La política del gobierno de Estados Unidos, donde se pedía que fuera obligatoria la vacuna anti COVID-19 en empresas fue detenida por la Corte Suprema este jueves.
La mayoría conservadora de la corte concluyó que la administración se extralimitó en su autoridad al tratar de imponer la regla de vacuna o prueba de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional a las empresas estadounidenses con al menos 100 empleados. Más de 80 millones de personas se habrían visto afectadas.
"La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) nunca antes había impuesto tal mandato. El Congreso tampoco. De hecho, aunque el Congreso ha promulgado una legislación significativa que aborda la pandemia de COVID-19, se ha negado a promulgar cualquier medida similar a la que OSHA ha promulgado aquí", dijeron.

Sin embargo los liberales aseguraron que la Corte se extralimitó al imponer su juicio a la de los expertos.
"La Corte desplaza los juicios de los funcionarios gubernamentales a los que se les asignó la responsabilidad de responder a las emergencias de salud en el lugar de trabajo".
Pese a esto, las autoridades consideran que la regla fue un éxito, pues millones de personas se vacunaron y las empresas han implementado requisitos para sus trabajadores.
Más de 208 millones de estadounidenses, el 62,7% de la población, están completamente vacunados, y más de un tercio de ellos han recibido vacunas de refuerzo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades federales. Los nueve jueces han recibido vacunas de refuerzo.
Con información de AP