El bloque de los demócratas en la Cámara de Representantes consiguió la aprobación de una ley a favor de las víctimas de abuso sexual en el país.
La ley, que aún debe pasar por el Senado, cambiaría la forma en la que las empresas privadas encaran las denuncias de abuso y acoso sexual.
El objetivo es impedir que las empresas obliguen a sus empleados a participar en procesos de arbitraje secretos al margen del sistema judicial.
Actualmente, en eso arbitrajes las víctimas tienen que encararse con sus supuestos agresores.
De pasar en el Senado, la ley daría a las víctimas de abuso sexual poder para decidir si quieren acudir directamente a la justicia para resolver sus denuncias.
A pesar de que es un proyecto encabezado por los demócratas, contó con el apoyo de prominentes republicanos.
Así fue el caso de los senadores del Partido Republicano, Lindsey Graham y Chuck Grassley.
La aprobación se dio con 335 votos a favor (222 demócratas y 113 republicanos) y 97 en contra.
Todos los votos en contra de la ley fueron de miembros del Partido Republicano.
Dicho proyecto de ley llega cuatro años después de que el movimiento #MeToo, que buscaba hacer visibles los casos acoso y abuso en las empresas.