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Un alce atacó por más de una hora a un equipo de perros de trineo de competencia que transportaban a una joven en un área salvaje de Alaska.

Bridgett Watkins, una competidora de trineo, contó en su cuenta de Facebook que el ataque ocurrió el jueves de la semana pasada y que a pesar de que descargó su arma, el alce no se iba.

El ataque concluyó luego de que uno de los amigos de Watkins acudió a auxiliarla con un rifle de alto impacto y mató al alce de un solo disparo. Cuatro de sus perros resultaron gravemente heridos.

“Estas últimas han sido las 24 horas más horribles de mi vida”, publicó Watkins. 

¿Qué sucedió con los perros?

Los perros se están recuperando y su vida no corre peligro. Bridgett informó que ya regresó a entrenar.

Pero solo unos días después, sus cuatro perros se están recuperando y ella pudo volver a entrenar con los demás.

“Esto no es lo que estaba planeando, pero estos perros y yo hemos entrenado durante tanto tiempo y tan duro para esta carrera… cuando vuelvo a mi patio de perros y veo 12 perros perfectamente sanos de los 16 y me miran y todo lo que quieren hacer es correr, ¿cómo puedo decirles que no?”, redactó Witkins.

“Estos son atletas increíbles que acaban de sobrevivir probablemente a la experiencia más traumática de cualquier equipo de perros en la historia, y son sobrevivientes y todavía están luchando”, agregó.

¿Cómo sucedieron los hechos?

Watkins detalló que se encontraba en una carrera de entrenamiento de 83.7 kilómetros (52 millas) cuando el alce apareció cerca del sistema de senderos del río Salcha, cerca de Fairbanks, y comenzó a atacarla.

“Mientras atacaba, vacié mi arma contra el alce y nunca se detuvo”, escribió en Facebook. 

“Corrí por mi vida y recé para ser lo suficientemente rápida como para no morir en ese momento. Pisoteó al equipo y luego se volvió hacia nosotros”, añadió.

Bridgett comentó que ella y un amigo que la seguía en una motonieve se refugiaron tras el vehículo. Watkins logró liberar a los perros, pero el alce comenzó a pisotearlos. El ataque duró cerca de una hora.

“Nunca me había sentido tan impotente en mi vida. Él no nos dejaba solos e incluso estuvo por encima del equipo negándose a marcharse”, aseveró.

Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. amendoza@lanoticia.com