Michael Collins, piloto del Apolo XI, la histórica misión que llegó a la Luna en 1969, falleció este miércoles a los 90 años a causa del cáncer, de acuerdo a informes de su familia.
Collins formó parte de la tripulación que consagró a Neil Armstrong como el primer hombre en pisar la luna junto con Edwin Eugene “Buzz” Aldrin en la misión encargada por el presidente John F. Kennedy y que marcó un parteaguas en la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética en la década de los 60.
A pesar de que viajó 383,023 kilómetros y estuvo a 111 kilómetros de la Luna, Michael Collins no descendió a la luna como Armstrong y Aldrin. Tras la misión Apolo XI, ninguno de los astronautas volvió a ir al espacio.
“Es propio de la naturaleza humana estirarse, ir, ver, comprender. La exploración no es una elección... es un imperativo y sólo es cuestión de tiempo cuando se ejerce esa opción”, dijo Collins en el décimo aniversario de la misión.
Michael permaneció en el módulo de control Columbia durante los ocho días que duró la misión, mientras que Armstrong y Aldrin descendieron a la luna a bordo del módulo Eagle.
“Creo que eres la única persona que no ve la escena por televisión”, dijo el Control de Misión a Collins tras el histórico suceso.
“Está bien, no me molesta en absoluto”, respondió.
Collins fue el responsable del acoplamiento de las dos naves antes de regresar a la Tierra. Si Michael hubiera cometido un error, habría tenido que regresar solo a la Tierra y Armstrong y Aldrin hubieran quedado varados en la Luna.