Los casos de coronavirus están disminuyendo en Estados Unidos, luego de un grave repunte durante el invierno.
El promedio de siete días para casos nuevos de la enfermedad cayó por debajo de los 100,000 el viernes por primera vez desde el 4 de noviembre, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Incluso el sábado se mantuvo debajo de ese nivel.
El promedio de casos por siete días superó por muchos los 200,000 durante gran parte de diciembre y en enero estuvo cerca de los 250,000, evidencia de que la pandemia regresó con furia tras haber sido atenuada en algunas ubicaciones durante el verano.
Las cifras muestran un descenso de casos en más del 57% desde inicios de enero. En los días recientes los nuevos contagios se redujeron en 22% respecto a la semana anterior. También las hospitalizaciones disminuyeron en casi 16% y las muertes en 3,5%.
¿Por qué están bajando los casos de coronavirus en Estados Unidos?
En general esta tendencia parece estar mostrando una luz en el camino en el mundo entero y no solo en Estados Unidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó esta semana que hubo una baja del 17 % en los nuevos contagios globales de COVID-19. Las muertes bajaron un 10 % y se espera que en las próximas semanas este índice sea más esperanzador.
Países latinos muy afectados por el COVID-19, como Estados Unidos, Brasil y México, mostraron reportes con tendencia a la baja. Pero también Francia, Reino Unido y Rusia celebraron mejores pronósticos.
Las decisiones de restringir vuelos, la vacunación, el endurecimiento de medidas para exigir el uso de mascarillas y mantener distanciamiento, parecen ser fundamentales en esta respuesta de las estadísticas. Pero sin duda el hecho de que haya habido una mayoría contagiada también dio un aporte en este proceso. Aunque la inmunidad de rebaño no es la meta, un alto porcentaje de la población cuenta con anticuerpos a estas alturas.
Lo que sigue es esperar que en la medida en que bajan los casos y las hospitalizaciones se vea reflejado en menos muertes. La continuidad y extensión de los planes de vacunación apunta mayor tranquilidad a la población, así como una actitud responsable de las personas.