Translate with AI to

El repunte de casos de COVID-19 en Estados Unidos ha mermado los suministros de oxígeno anunciando un periodo de escasez.

Los hospitales han tenido que requerir más respiradores artificiales. Sin embargo, hay señales de que la propagación del virus está disminuyendo en zonas de alto contagio del país.

En Tulsa, Oklahoma, un hospital llamó recientemente al número de emergencias 911 debido a que necesitaban una transferencia de emergencia para un paciente que requería de oxígeno de alto flujo y sólo tenía suministro para unas cuantas horas. El hospital recibió un cargamento horas más tarde, pero la experiencia representó una señal de alerta para otros hospitales, dijo el doctor Jeffrey Goodloe, director de salud del sistema EMS que brinda servicios en Tulsa y Oklahoma City.

"Si le puede suceder a un hospital, le puede suceder a cualquier hospital", puntualizó Goodloe. "No hay que decir, ‘esto no sucederá aquí’, porque puede suceder de inmediato".

La escasez de oxígeno es otra señal del impacto que ha tenido el nuevo repunte de casos de COVID-19 en la red de hospitales del país.

En las semanas recientes un puñado de estados, incluyendo Florida, Oregon, Hawai, Mississippi y Luisiana, ya han impuesto máximos históricos de hospitalizaciones por COVID-19. De igual forma, muchos hospitales apenas tienen personal o camas de cuidados intensivos suficientes.

La buena noticia es que según cifras de las últimas semanas esta situación parece estabilizarse.

Te puede interesar: Caen los casos COVID-19 y hospitalizaciones mientras sube vacunación

Desarrollado por La Noticia con información de AP.

Lic. en Comunicación Social. MBA en Mercadeo. CEO de Link BTL. Disfruto de leer y escribir. Soy madre y esposa agradecida con la vida. jgimenez@lanoticia.com