Travis Gienger un maestro de horticultura de Anoka, Minnesota, ganó el concurso Half Moon Bay 2020 por presentar una calabaza de 1.066 kilos (2.350 libras)
Durante la pandemia de coronavirus, Travis pasó gran parte de su tiempo en su jardín trasero cuidando el huerto de calabazas, regandolas hasta 10 veces al día, alimentándolas y fertilizándolas por lo menos en dos ocasiones.
Con la certeza de que había hecho un estupendo trabajo con su calabaza, Gienger viajó con ella durante 35 horas para llegar al 47mo Campeonato Mundial de Pesaje de Calabazas en Half Moon Bay, California, donde su fruta la más pesada de la competencia.
"Fue angustiante porque con cada bache del camino pensaba: ‘¿podrá llegar?’ Y luego finalmente la pesaron, fue la última, y oh, Dios mío, ¡ha sido increíble!", manifestó.
Gienger cultiva calabazas desde que era niño por la influencia de su padre. Fue la primera vez que compitió y no está seguro de volver a concursar el año siguiente.
"Tal vez necesite un año de descanso por todo el trabajo, los nervios y todo", dijo.
Pero todo ese estrés se vio recompensado con un generoso premio de 16 mil 450 dólares (Siete dólares por libra).
La calabaza de Travis es la segunda más grande en 40 años del evento. El récord nacional fue impuesto en 2018, cuando un agricultor de New Hampshire presentó una calabaza de más de 1.134 kilos. (2.500 libras)
En 2016, durante el Campeonato Europeo de Calabazas Gigantes en Ludwigsburg, Alemania, un agricultor belga consiguió el récord mundial de la calabaza más pesada tras exponer un fruto de poco más de 1.134 kilogramos (2.500 libras).