Tras más de un mes sin nuevos casos, Wuhan confirmó un nuevo paciente con coronavirus, lo que muchos residentes de la ciudad esperaban.
La posible reincidencia de Wuhan en un brote de COVID-19 pone sobre la mesa una compleja situación para la economía China y de Wuhan, mientras no exista una cura para el virus.
Cifras oficiales sobre el impacto del COVID-19 en China
La agencia de noticias controlada por el gobierno chino Xinhua, reportó que el Índice de Precios del Consumidor en el país aumentó 5.4 en enero, 5.2 en febrero y 4.3 en , reflejando la dinámica de inflación en el país tras el brote de coronavirus.
Asimismo, una encuesta realizada por el banco central de china a 3,200 instituciones bancarias del país muestra que 87.2 de los banqueros opinan que el clima macroeconómico del primer trimestre del es relativamente frío
.
Por otro lado, el banco central chino reflejó caídas en índices bursátiles como el SSE Composite Index y el SZSE Component Index, quienes reflejaron reducciones de 4.51 y 9.28 al final de . Por ende, las cifras publicadas por el banco central chino muestran la vulnerabilidad del país asiático para enfrentar una pandemia generada dentro de sus fronteras.
Wuhan: más allá de las cifras
Aunque el banco central chino asegura que no hay argumentos para una inflación y deflación sostenida en China, la realidad mostrada por un reportaje realizado por CNN en Wuhan refleja una dinámica económica que puede mostrar todo lo contrario
El reportaje informó que negocios de diferentes áreas de Wuhan reportaron baja o nula afluencia de consumidores por las diferentes medidas gubernamentales implementadas tras el levantamiento de la cuarentena el pasado .
Por esta razón, los dueños de negocios en Wuhan experimentan riesgos de impago ante sus créditos bancarios, lo que se traduce en futuras bancarrotas si un nuevo brote de COVID-19 reinicia en la capital de la provincia china de Hubei.
La información publicada por el banco central chino no resulta confiable a sabiendas de que el comunismo chino se especializa por ocultar información como lo demostró cuando desinformó sobre el brote de nuevo coronavirus.
Por consiguiente, el aparente reinicio de actividades comerciales en Wuhan y China está lejos de mostrar la vuelta a la normalidad de una economía nacional luego del brote de COVID-19, lo que realmente implica una situación más compleja que cada país se encargará de solventar a su modo.
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