Los macarrones son unos exquisitos y pequeños dulces originarios de Francia que están formados por dos especies de galletas, más bien blandas y esponjosas, unidas por un relleno que suele ser una crema, y que normalmente destaca por sus colores llamativos, sobre todo las galletas, pero también el propio relleno.
Esta semana les traigo esta deliciosa y fina receta, no tan fácil de preparar, pero es exquisita y de muy delicado sabor.
Ingredientes
- 1 ¾ Tazas de azúcar glass
- 1 Taza de harina de almendras
- 3 Claras de huevo a temperatura ambiente
- ¼ de Cucharadita de Crémor tártaro
- Una pizca de sal
- 2 o 3 gotas de color vegetal (opcional)
- ½ Cucharadita de vainilla
- Crema para rellenar
Preparación
- Tamizar unas tres veces la harina de almendra, el azúcar glass y reservar.
Batir las claras a punto de nieve, agregamos el azúcar y batimos a velocidad fuerte por unos 10 minutos, hasta que las claras hayan adquirido mucha densidad y cuerpo, que podamos hacer picos sin caerse. - En un bol grande echamos las claras montadas y agregamos los ingredientes secos, harina de almendras y resto de azúcar, poco a poco integrándolos suavemente con movimientos envolventes con una espátula, hasta formar una mezcla homogénea, sin grumos, perfecta, cremosa y ligera. Cuando esté lista la pasamos a una manga pastelera para empezar a hacer los macarrones.
- Preparar varias bandejas para hornear colocándoles papel especial para hornear y comenzamos a echar porciones de masa colocando la boquilla de la manga siempre recta, y con una separación tomando en consideración que los macarrones van a aumentar de tamaño al hornearlos.
- Es muy importante dejar reposar la masa al menos una hora para que la parte superior se endurezca o seque un poco, lo que comprobaremos tocando uno de ellos con los dedos. Encendemos el horno a 375 grados y cuando alcance esta temperatura horneamos los macaron por 15 minutos más o menos.
- Cuando pase este tiempo deben estar bien hechos, un poco más grandes y altos, retiramos del horno y dejamos a temperatura ambiente colocándolos sobre unas rejillas sin separar del papel, esto es para que no suden y enfríen bien.
- Al estar fríos retirar cuidadosamente con una espátula del papel y proceder a rellenar con dulce de leche o el relleno de su preferencia, quedaran hermosos y listos para servir.