La secretaria de prensa del gobernador de Virginia, Alena Yarmoski, informó el 13 de octubre en Twitter que el gobernador de ese estado también era un blanco de los conspiradores que querían secuestrar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer.
Yarmoski tuiteó que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) estaba al tanto de que el grupo conspirador también tenía bajo la mira al gobernador de Virginia, Ralph Northam.
El FBI alertó a miembros clave del equipo de seguridad del gobernador en todo el curso de la investigación. Debido a protocolos de seguridad por información altamente clasificada, ni el gobernador ni otros miembros de su personal estaban informados
, detalló Yarmoski.
Asimismo, la funcionaria indicó que la vida del gobernador y de su familia nunca estuvieron en peligro inminente.
Del mismo modo, Yarmoski acusó al presidente Trump de estimular este tipo de acciones en Virginia y Michigan. Trump exhortó a sus partidarios a "LIBERAR VIRGINIA" en abril, justo como en Michigan. De hecho, el presidente alienta de forma regular a la violencia contra aquellos que están en desacuerdo con él
, expresó.
Arrestos
Hasta ahora, 13 hombres han sido arrestados por planificar diferentes acciones delictivas que tenían como blanco algunos gobernadores del país.
Seis de los arrestados fueron acusados por conspiración para cometer el secuestro
de Whimer, mientras que a los otros siete se les acusó por los cargos estatales de proporcionar apoyo material a actividades terroristas
, según el Departamento de Justicia.
Conspiración
Los planes para secuestrar a Whitmer iniciaron en junio de 2020, cuando un grupo de personas se reunió para planificar acciones violentas contra gobiernos que violaban la Constitución de Estados Unidos
, reseña la denuncia de una Corte de Distrito.
Aunque la operación tomó como blanco a la gobernadora Whitmer, el grupo también habló de matar oficiales de policía y atacar el Capitolio de Michigan.
La operación de secuestro planificaba realizarse en la casa vacacional de la gobernadora Whitmer ubicada en el Distrito Oriental de Michigan. Asimismo, la conspiración incluía la demolición de un puente
con explosivos que dificultaría la acción de la policía en el transcurso del plan.