El ácido glicólico es una sustancia utilizada en muchos productos de belleza por su efecto exfoliante. Forma parte de un grupo de ácidos que provienen de productos naturales como la uva, la manzana, la naranja y la caña azúcar.
De todos ellos, este ácido es el que menos peso molecular tiene, por lo que rápidamente llega a las capas medias de la piel. Es una molécula muy pequeña que penetra en la piel de forma rápida, desde la capa más superficial hasta la media.
El ácido glicólico le devuelve el aspecto joven a la piel. Además, reduce las arrugas y las líneas de expresión.
Ácido glicólico, un gran exfoliante
El ácido glicólico ayuda a eliminar las células muertas del cutis de forma suave y sin perjudicarla. Es uno de los ingredientes estrella en los peelings, ya que suaviza y acelera la regeneración de la piel.
Beneficios del ácido glicólico
- Deja la piel luminosa y mejora su textura
- Ayuda a que penetren mejor las cremas humectantes
- Reactiva la formación de las proteínas básicas (colágeno y elastina), que aportan firmeza y flexibilidad a la piel empieza a disminuir
- Mejora la apariencia de manchas en el cutis
- Disminuye el tamaño de los poros
- Aclara las capas superiores de la piel y consigue un tono uniforme
- Debido a su poder regenerante, es un ingrediente excelente para mejorar las estrías y reducir su apariencia.
- Mejora las pieles grasas y con acné pues ayuda a eliminar el exceso de sebo de la cara y reduce la aparición de granitos y espinillas.
Uso correcto del ácido glicólico
- Depende de la concentración que tenga la crema. Si es en concentraciones bajas se puede usar tanto de día como noche.
- A partir de 8 de concentración, la crema debe usarse solo por la noche
- En un inicio se recomienda usar por las noches, 3 veces por semana
- Se utiliza de manera gradual, ya que es un producto que puede irritar y generar enrojecimiento
- Es muy importante usarse junto con un protector solar durante el día
- No es recomendable para pieles sensibles
- Funciona mejor en pieles mixtas a grasas