Después de siete meses del tiroteo en un club nocturno de Colorado Springs, se declaró culpable el hombre que mató a cinco personas e hirió a otras 18, crímenes por los que cumplirá una sentencia de cadena perpetua.
Anderson Lee Aldrich asumió la responsabilidad de los homicidios, y de intento de asesinato hacia las 46 personas que se encontraban en el Club Q la noche del ataque armado. En la audiencia, Aldrich no admitió ni disputó dos cargos por delitos de odio, uno grave y otro menor.
La declaración de culpabilidad evita a las familias de las víctimas y a los sobrevivientes un juicio largo y potencialmente doloroso.
"Monstruo" y "cobarde": dos calificativos que lanzaron al atacante del Club Q
Las víctimas señalaron que el agresor era un “monstruo” y “cobarde” que persiguió a los fiesteros en un ataque calculado contra un santuario para la comunidad LGBTQ+.
“Esta cosa que está sentada en este tribunal no es un ser humano, es un monstruo. El diablo le espera con los brazos abiertos”,
dijo Jessica Fierro. El novio de su hija fue asesinado esa noche.
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Por su parte, el juez Michael McHenry dijo:
“Como muy pocas personas en nuestra cultura, usted eligió encontrar un poder ese día detrás del gatillo de una pistola, sus acciones reflejan la malicia más profunda del corazón humano, y la malicia casi siempre nace de la ignorancia y el miedo”,
destacó la autoridad.
Familiares y amigos de las víctimas pudieron declarar ante el tribunal para recordar a sus seres queridos, y los sobrevivientes describieron cómo sus vidas se vieron alteradas para siempre justo antes de la medianoche del 19 de noviembre, cuando el sospechoso entró en el Club Q y disparó indiscriminadamente un fusil semiautomático tipo AR-15.
Con información de The Associated Press.