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Foto: Adobe Stock

La buena noticia de una mujer en Florida de ser dada de alta después de tener COVID-19, se vio opacada rápidamente al encontrar a su esposo muerto cuando regresó a su casa.

Lisa Steadman de 58 fue detectada con COVID-19, por lo que estuvo internada en el Hospital de Central de Florida durante una semana. Cuando finalmente pudo regresar a su casa encontró a su esposo muerto.

Ronald Steadman también se contagió con el coronavirus, pero tuvo síntomas moderados, aunque su esposa sí comenzó a tener mayores problemas y tuvo que ser internada.

Durante su convalecencia Ronald le habló a Lisa casi todos los días y la ayudó a mantener el ánimo.

“Fue como entrar a una película de terror. (…) Pensé que iba a morir. No podía respirar. No podía dejar de vomitar. Es como si no tuviera huesos en el cuerpo”.

Cuando finalmente regresó a casa, Lisa encontró a su esposo en la cama sin señales de vida y los perros parecían no haber comido en un par de días.

Ambos no se habían puesto la vacuna, pues no confiaban en el fármaco, lo que sin duda afectó a que la enfermedad se agravara.

“Ambos pensamos que la vacuna salió tan rápido. ¿Cómo pudieron hacer tantas pruebas con ella? Yo era muy cautelosa al respecto”.

Sin embargo no es que ambos no quisieran vacunarse, si no que estaban esperando a ver la reacción de éstas en otras personas para estudiar cuando ponérsela, incluso pensaban hacerlo en septiembre.

El COVID-19 en Florida

La ola ocasionada por la variante Delta en Florida han ocasionado que el pasado sábado se hayan registrado más de 21,000 casos, mientras que los muertos ya llegaron a 44,000 en toda la pandemia. Incluso actualmente las funerarias registran estar llenas y los cuerpos tienen que esperar para ser incinerados.

Lic. En Comunicación y Periodismo por la UNAM, con 16 años en medios de comunicación. Amante de la lucha libre, videojuegos y la cultura geek.