La variante delta del coronavirus está provocando una creciente ola de contagios en Estados Unidos, que a pesar de los esfuerzos en campañas de vacunación, vuelve a presentar problemas en los sistemas sanitarios alrededor del país.
Funcionarios de salud en Mississippi informaron que de continuar con el ritmo actual de contagios, el sistema hospitalario del estado podría colapsar en 10 días.
Y no es para sorprenderse, pues Mississippi cuenta con la tasa de vacunación más baja en Estados Unidos.
“Si continuamos esa trayectoria dentro de los próximos cinco a siete a 10 días, creo que habrá fallas en el sistema hospitalario en Mississippi “, dijo en conferencia de prensa el Dr. Alan Jones, vicerrector asociado de asuntos clínicos del Centro Médico de la Universidad de Mississippi (UMMC).
Desde julio, el número de contagios en el estado no ha dejado de crecer, al igual que los pacientes que requieren respiradores y cuidados intensivos. La demanda hospitalaria es tanta, que la UMMC está construyendo un hospital de emergencia en un estacionamiento con capacidad máxima para 50 pacientes.
La Dra. LouAnn Woodward, vicerrectora de UMMC, asegura que el hospital provisional es tan solo un “curita” frente a la crisis.
Un factor más en contra es la escasez de personal médico. Muchos trabajadores de la salud han renunciado por su salud física y mental.
Es por eso que el pasado martes, Lee McCall, director ejecutivo del condado de Neshoba General Hospital, hizo una urgente petición al gobernador de Mississippi, Tate Reeves.
“Estamos abrumados con el aumento de COVID-19 y no tenemos suficiente personal para atender de manera segura a nuestros pacientes. Nuestro increíble personal se mantiene unido, pero todos estamos en nuestro punto de quiebre “, tuiteó McCall.