Al estilo de Wuhan, epicentro del coronavirus en China, una nueva ciudad entró en proceso de aislamiento para combatir un alarmante brote de casos.
Se trata de la peor situación en el país asiático desde el inicio de la pandemia hace un año y medio. Decenas de casos nuevos en todo el país obligaron al aislamiento de una ciudad y sanciones a sus autoridades locales.
Activaron una alerta nacional desde que un brote de casos vinculados con el aeropuerto internacional de Nanjing, en el este del país, se extendió al menos a 17 provincias. China reportó el miércoles 71 casos nuevos de COVID-19 de transmisión local, más de la mitad de ellos en la provincia costera de Jiangsu, cuya capital es Nanjing.
Tras controlar el brote inicial el año pasado, los chinos prácticamente estaban libres del virus. En parte gracias a controles estrictos en las fronteras además de distanciamiento social y confinamiento para atacar pequeños focos.
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China revive brote de coronavirus
Tomando como referencia a Wuhan, ciudad donde identificaron los primeros casos del virus a fines de 2019, notaron que las pruebas masivas son similares en la provincia de Jiangsu. Otro foco surgió en la ciudad de Zhangjiajie.
Ahora, sin embargo, los brotes son provocados por la contagiosa variante delta proveniente de India.
La ciudad ordenó aislar los barrios residenciales y prohibió a los habitantes salir de sus casas. El martes las autoridades dispusieron que nadie, residente o en tránsito, saliera de la ciudad.
Por otro lado, el comité de disciplina municipal del Partido Comunista publicó el miércoles una lista de funcionarios que “tuvieron un impacto negativo” en la prevención y control de la pandemia y que sufrirían sanciones.
Desarrollado por La Noticia con información de AP.