Se le llama hipoxia feliz o hipoxia silenciosa cuando un paciente parece no tener dificultad para respirar pero tiene una oxigenación más baja de lo normal. Esto suele suceder con mucha frecuencia con pacientes con COVID-19. Estos pacientes no suelen jadear ni se quejan de tener falta de aire, pero sí la tienen, asegura el Dr. Albert Rizzo, Director Médico de la Asociación Americana Pulmonar.
“En la mayoría de las personas, cuando sus niveles de oxígeno comienzan a bajar a niveles de ochenta o menos, sienten falta de aire, comienzan a respirar más rápidamente y se sienten incómodos. Cuando el nivel de oxígeno desciende a ese nivel, la mayoría de las personas tienen una sensación que se llama disnea o dificultad para respirar”, asegura Rizzo.
Pero en el caso de algunos enfermos de COVID-19 algunos no siente esta dificultad. Los médicos dicen que la razón por la que las personas no parecen tener dificultad para respirar es porque el nivel de dióxido de carbono aún puede ser normal en estas personas. Por lo tanto, no indica ningún malestar en ese momento.
¿Por qué ocurre hipoxia feliz en algunos pacientes con COVID-19?
Muchos estudios que muestran que algunas personas con COVID-19 desarrollan hipoxia silenciosa. Por eso se ha hablado mucho sobre la importancia de contar con un oxímetro de pulso en el hogar para los pacientes con COVID-19. El oxímetro de pulso ayuda a descubrir cuál es la saturación de oxigeno del paciente.
Si se presenta falta de oxígeno (hipoxia) se deben tomar más medidas pertinentes para tratar al paciente. Muchos pacientes con COVID-19, probablemente hasta el 80%, tendrán una enfermedad leve y no presentarán hipoxia. Pero el otro 20%, presentará un nivel de oxígeno más bajo de lo que debería. En muchos casos es ahí donde se toma la decisión de hospitalizar y dar más terapia.
Una vez que se observa una caída en el nivel de oxígeno, pone en mayor riesgo de desarrollar complicaciones a los pacientes. Estos son los individuos que recibirán oxígeno suplementario y los que tienen más probabilidades de ser hospitalizados y monitoreados.
¿Qué sucede si el nivel de oxigenación desciende en un paciente con COVID-19?
Tan pronto como la saturación desciende, otros órganos del cuerpo se ponen en riesgo. Tal es el caso del corazón, los riñones, el cerebro y el hígado. Por eso es vital prevenir el daño de otros órganos, lo que ocurre si no se brinda apoyo y no se corrige la baja de oxígeno.
"Si esta continúa puede llegar a presentarse el síndrome de dificultad respiratoria aguda. Este sucede en los pacientes desarrollan COVID-19 grave y terminan con ventiladores. En esas situaciones, los pulmones están muy rígidos, lo que requiere presiones más altas y niveles más altos de oxígeno para mejorar la hipoxemia", explica el Dr. Rizzo al boletín Médico News Medical .