Hoy en día es muy común escuchar la palabra "bullying" en los medios de comunicación, pero ¿qué significa?
Es un acoso que se da repetidamente y por un tiempo determinado que usualmente se observa en la escuela o en la familia. El bullying puede ser un acoso físico, sexual, verbal o psicológico.
Hoy en día, uno de los grandes retos del bullying es que se ha expandido a través de las redes sociales. Esto significa que es más difícil para la víctima de bullying encontrar espacios de tranquilidad porque puede seguir recibiendo acoso, aún cuando está fuera del espacio físico en el que ocurre.
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¿Quiénes son más vulnerables a ser víctimas de bullying?
Cualquier persona puede sufrir de acoso, pero usualmente la niñez, con tendencias a ser más tímidos, con baja autoestima o que pueden ser y/o verse diferentes, son más sensibles a ser un blanco de ataques de bullying.
¿Cómo saber si mi hijo es víctima de bullying?
Muchas veces un hijo, por diversas razones, mantiene silencio sobre lo que le ocurre. Es necesario para las personas encargadas (ej. padre, madre, abuela, abuelo), estar atentas a cualquier cambio que observen en el estado de ánimo, así como también de marcas que puedan dar señales de golpes.
Aunque algunos niños pueden manifestar su malestar en forma de tristeza y depresión, hay otros niños, que, por el contrario, pueden presentar agresividad.
Lo importante es estar atentos a cualquier cambio que pueda observar, mantener una comunicación abierta con su hijo/a y/o buscar ayuda profesional si fuera necesario.
¿Cómo podemos ayudarlos?
La única manera de conocer lo que le sucede a nuestros hijos, es manteniendo una estrecha relación con ellos/as y con su entorno. Por ejemplo, participar activamente en las reuniones escolares, puede ayudar a conocer, a través del personal de la escuela, cómo su hijo está funcionando en la escuela.
Conocer sus amistades y monitorear sus interacciones en las redes sociales puede darnos señales de alerta de que algo no está funcionando correctamente.
El bullying es considerado como una de las causas principales de suicidio o de intentos de suicidio entre jóvenes entre 15 y 24 años. Por lo que, es importante NO ignorar señales de alerta que podamos observar en nuestros hijos.
Recuerden que las escuelas tienen personal de consejería y/o trabajo social que pueden ayudarlos a identificar si algo negativo les está ocurriendo a sus hijos/as en la escuela.
Por último, y no menos importante, es enseñarles a nuestros hijos a respetar las diferencias individuales y no promover o tolerar comportamientos que sean de acoso hacia compañeros.
Si sospechas que su hijo es responsable de acosar a otros, también necesitan ayuda profesional para identificar las causas de su comportamiento. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.