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Mayo es el mes de la concienciación de la salud mental. En los últimos años, se ha visto un deterioro en la salud mental y aumento en la necesidad de servicios. La comunidad latina se caracteriza por esperar a que los síntomas estén muy severos para buscar ayuda. Particularmente, con los pensamientos suicidas, una pronta intervención puede hacer la diferencia entre la vida o la muerte.

El estigma a la salud mental, la falta de un seguro médico y la carga de trabajo son factores que contribuyen a esto. La evidencia nos dice que, mientras más rápido y temprano busquemos ayuda, las posibilidades de recuperar pronto son más altas.

¿Qué son pensamientos suicidas? 

Los pensamientos suicidas son parte de los síntomas de depresión. Aunque la prevalencia de intentos suicidas es mayor en mujeres, los hombres tienen mayor éxito en completar un suicidio, en parte porque usan métodos más letales.

En la niñez y adolescencia también están el riesgo de sufrir ideas suicidas. Cuando una persona expresa algún deseo de morir, debe ser tomado en serio porque es un grito o señal de ayuda. 

¿Qué causa el suicidio?

No hay una causa única que pueda explicar el porqué una persona toma la desafortunada decisión de quitarse la vida. Hay múltiples factores que han sido asociados con el suicidio, como por ejemplo, padecer de depresión, bipolaridad, consumo de alcohol, estrés postraumático, esquizofrenia y experimentar situaciones de mucho estrés en el ámbito económico o en las relaciones interpersonales.

Otras posibles causas han sido asociadas a estar viviendo por una situación agobiante como, por ejemplo, la muerte de un familiar, un diagnóstico de enfermedad crónica, vivir un evento traumático, entre otras.

¿Se puede prevenir el suicidio?

Podemos tomar algunas acciones para reducir el riesgo de un suicidio. Evitar el uso del alcohol y las drogas puede reducir el riesgo de suicidio. Para las familias que tengan niños/as, adolescentes o personas manejando alguna condición de salud emocional, es importante colocar en un lugar seguro los medicamentos, armas de fuego o cualquier otro artefacto que pudiera ser letal, como cuchillos y navajas.

Si observamos alguna señal de alerta, se recomienda que busques ayuda profesional para que lo ayude a manejar la situación. 

¿Cuáles son algunas señales de alerta?

  • Aislamiento
  • Regalar sus pertenencias
  • Mencionar que estaría mejor muerto/a
  • Tener comportamientos autodestructivos (p.ej. tomar alcohol en exceso, hacerse cortaduras en el cuerpo, uso de drogas ilícitas)
  • Algún intento en el pasado o en el presente como tomar más dosis de pastillas que le han sido recetadas o de algún otro familiar
  • Tener diálogos de despedidas o hablar de cuando no esté
  • Síntomas de depresión (p. ej. falta de energía, perdida de interés en las cosas que antes disfrutaba, tristeza)

Todas las personas, independientemente de su género, orientación sexual, estado socioeconómico y edad, pueden estar en riesgo de suicidio. Si escuchas a alguien mencionar que no quiere seguir viviendo, busque ayuda profesional inmediatamente. Puede llamar al 988, la línea de suicido y crisis.

También puede buscar información en español, en la página web del Instituto de Salud Mental: nimh.nih.gov/health/topics/espanol/prevencion-del-suicidio

Otra opción es llamar a la línea nacional para la prevención del suicidio al 188-628-9454. Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para más información y que no sea una situación de emergencia pueden llamar al 984-974-3795.

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría