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Muchas tácticas de disciplina para con los hijos son pasadas de generación en generación y el castigo físico es una ellas. Yo le pego con un cinto cuando no obedece, pues creo que está correcto. Así me he criado yo, y no salí tan mal. Inclusive a mí me pegaban mucho más. Siempre estaba marcado y casi por nada, explica Juan Esteban cuando habla de disciplina.

Muchos de los inmigrantes ingresan a Estados Unidos y utilizan tácticas aprendidas por sus predecesores, como el castigo físico en la educación de los hijos sin poseer de los conocimientos de las definiciones de abuso de menores de este país.

También pueden tener diferentes perspectivas de lo que se considera maltrato físico elevando así el riesgo de ser reportados en los servicios de protección al menor. Por ejemplo, en el caso de Juan Esteban, él no ve al castigo correctivo como una práctica negativa no tiene conocimiento que el castigo físico que provee a su hijo puede ponerlo en riego de abuso infantil.

¿Qué se considera abuso físico?

De acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos, el abuso físico está definido como una lesión física (desde pequeños moretones hasta fracturas graves o la muerte) como resultado de castigos, puñetazos, golpes, pateaduras, mordeduras, sacudidas, arrojos, apuñalamiento, asfixia, (con una mano, palo, correa, u otro objeto), quemaduras, o daños de otra manera un niño.

Dicha lesiones se consideran abuso sin importar si la persona que lo hizo pretendió intencionalmente o no lastimar al niño.

Ciclo de violencia

Ciertos estudios han demostrado que en su mayoría las personas que cometen abusos físicos fueron castigados de la misma manera por sus progenitores cuando eran niños también, de manera que a menudo carecen de percibir que su forma de castigo es sino un abuso porque ellos mismos lo han padecido.

Así también, estudios han demostrado que muchos niños abusados físicamente son percibidos por sus padres como diferentes o en algún aspecto inaceptable, poseen alguna discapacidad física, son prematuros, de bajo peso, poseen enfermedades prolongadas que incrementan la demanda de sus padres, o son niños que exhiben problemas de conducta o temperamentos difíciles.

Castigo físico

Como no existe un parámetro bien delimitado que explicite con claridad a partir de qué intensidad ejercida a un niño de determinada edad un golpe puede considerarse abuso cuando aún las secuelas no son tan evidentes como la existencia de moretones o lastimaduras. Independientemente de la intensidad, todo castigo físico no deja de ser un acto de intimidación.

En mi perspectiva personal, todo disciplina que utiliza el castigo físico tiene el potencial de convertirse en un abuso físico simplemente por la diferencia de poder, tamaño físico, y recursos que posee el padre o custodia respecto del niño.

Los niños constituyen una población vulnerable y existen muchas otras formas de disciplina más efectiva que el castigo físico que ameritan ser aprendidas y practicadas y que no poseen el riesgo de pasar a ser un abuso físico.

Psicoterapeuta bilingüe y Consultora Multicultural, MS, LPC, CRC, YT, IWLC. Asesora Certificada de Rehabilitación, Maestra e Instructora de Reiki, Instructora Certificada de Yoga, Coach de Vida. Fundadora...