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Experimentar por primera vez una pérdida o ausencia de un ser querido durante la época de Navidad puede ser un verdadero reto emocional porque el dolor se siente más profundo.

Ya sea por muerte, distancia física, separación o divorcio, la primera Navidad sin ese ser querido puede cambiar el significado y la manera de celebrar esta festividad.

Es muy normal y entendible que hasta dudemos de celebrar las festividades, ya sea por la tristeza que nos embarga o porque sintamos culpa de celebrar en medio del dolor. Aunque el proceso de duelo tiene su tiempo y espacio, también es importante considerar las necesidades de todos los miembros de la familia, especialmente de los niños.

¿Qué es más saludable para mí y mi familia?

  1. Reconocer y aceptar que la celebración de la Navidad va a ser diferente.
  2. Hablar con los demás miembros de la familia sobre los arreglos que quisieran hacer durante las festividades.
  3. Compartir las emociones que estemos sintiendo ante la pérdida puede ayudar a otros miembros de la familia a entender y comprender el lugar emocional donde se encuentra en relación a la pérdida.
  4. Respetar las diferentes maneras en que cada miembro siente que quiere o puede celebrar las festividades y llegar a unos acuerdos.
  5. Incorporar dentro de las festividades alguna forma de conmemorar y/o celebrar al ser querido.
  6. Buscar apoyo de otros familiares o amistades durante los días festivos para reducir el sentimiento de soledad.
  7. Tomar un descanso del dolor es saludable porque el proceso de duelo puede tomar un tiempo. Decidir hacer un alto en medio del dolor para darse el permiso de sonreír y disfrutar de las cosas buenas que sigue tendiendo la vida es bueno para la salud emocional.

Aunque muchas veces se puede sentir la presión social, familiar y de los medios de comunicación de cómo debemos celebrar las festividades, la realidad es que las festividades son fechas de calendario como otra fecha cualquiera. No es saludable permitir que otras personas nos impongan una manera específica de celebrar las festividades, como tampoco hay maneras correctas o incorrectas de cómo celebrar.

Lo importante es que la decisión que tomemos de celebrar o no las festividades y la manera en cómo lo queremos hacer, traiga paz y tranquilidad a la vida emocional de la familia. Hacer un balance entre dar espacio al dolor de la pérdida pero también tomar medidas de auto-cuidado como descansar, alimentarse adecuadamente, tener espacios de distracción y entretenimiento es una manera benévola y compasiva para uno mismo y el resto de la familia.

Recuerde que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría