Fumar tabaco puede provocar efectos negativos en su salud, así como un mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves como cáncer y enfermedades cardíacas. Dejar el hábito puede traer grandes beneficios a la salud, desde los inmediatos hasta los que son de largo plazo.
Y aunque para la mayoría es difícil dejarlo por la adicción que provoca, en poco tiempo el organismo regresa a la normalidad. Dentro de un mes de dejar de fumar los receptores de nicotina en el cerebro vuelven a la normalidad, rompiendo el ciclo de adicción, asegura Healthline.
Aunque dejar de fumar puede ser un desafío, los beneficios para su salud física y mental valen la pena.
Dentro de tan sólo un mes de haber dejado de fumar mejora la circulación sanguínea hasta se reduce el riesgo de sufrir un ataque cardiaco.
A unos pocos minutos de dejar de fumar tabaco, el cuerpo responde así:
20 minutos después de dejar de fumar, la frecuencia cardíaca desciende. La frecuencia cardíaca comenzará a descender a niveles normales dentro de los 20 minutos posteriores al último cigarrillo.
De 8 a 12 horas después de dejar el tabaco, el nivel de monóxido de carbono en sangre desciende y aumenta el oxígeno en sangre.
48 horas después de dejar de fumar, mejora la capacidad para oler y saborear.
De 2 semanas a 3 meses después de dejar de fumar, el riesgo de sufrir un ataque cardíaco disminuye.
De 1 a 9 meses después de dejar el tabaco, sentirá menos falta de aire y toserá menos. Además se sentirá con más energía.
1 año después de dejar de fumar, el riesgo de enfermedad cardíaca se reduce a la mitad.
5 años después de dejar de fumar, el riesgo de sufrir un derrame cerebral disminuye, dependiendo cuánto tiempo haya fumado y de su salud en general.
Diez años después de dejar de fumar, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce al de alguien que nunca ha fumado.
15 años después de dejar de el tabaco el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca es el mismo que el de alguien que nunca ha fumado.