El Alzheimer es una enfermedad mental que preocupa a las personas de edad avanzada. Pero, conocer los síntomas del Alzheimer incluso en edad temprana pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de quien la padece.
En este tipo de demencia se afectan la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Tiene un carácter degenerativo, es decir, que progresa a medida que pasa el tiempo. Incluso los síntomas del Alzheimer se van agudizando lentamente, pero solo cuando llegan a ser graves las personas caen en cuenta de que necesitan ayuda.
Un diagnóstico grave de la enfermedad indica que no es posible hacer de manera habitual las tareas cotidianas. Es por ello que tiene importancia conocer las señales que se convierten en los primeros síntomas del Alzheimer, de acuerdo con la Asociación del Alzheimer.
1. Cambios de memoria
En las etapas tempranas las personas comienzan a olvidar información recién aprendida. De igual manera ocurre con fechas o eventos importantes. Incluso las personas preguntan lo mismo repetidas veces porque olvidan que ya lo hicieron previamente.
Con la edad es normal olvidar algunas cosas eventualmente, pero luego se recobran. En el caso de los primeros síntomas del Alzheimer se comienza a depender de recordatorios y ayuda de otros para actividades diarias que antes se podían hacer solos.
2. Pérdida de habilidad matemática
Es normal a medida que se envejece que se compliquen algunos cálculos mentales. Sin embargo, en el inicio del Alzheimer se llegan a perder incluso habilidades que requieran una secuencia, tan sencillos como una receta.
Más allá de eso, se pierde la capacidad de manejar las cuentas mensuales o administrar un presupuesto que podían ser tareas cotidianas. Al mismo tiempo se pierde la concentración o se lleva más tiempo de lo normal en mantenerse activo en una misma actividad.
A las personas que padecen del Alzheimer muy a menudo se les hace difícil completar tareas cotidianas. A veces pueden tener dificultad en llegar a un lugar conocido, en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.
3. Desorientación física y espacial
Una cosa es olvidar qué día es hoy y recordarlo minutos más tarde. Otra es llegar a perder la comprensión de la propia ubicación, en qué estación estamos y perderse en ese vacío de lugar y tiempo. Del mismo modo se dificulta recordar cómo llegar a alguna dirección específica.
Otra muestra de esta confusión es dejar objetos fuera del lugar donde suelen estar y luego no recordarlo ni siquiera repasando los pasos de lo que hicieron minutos antes.
4. Degeneración visual
La vejez presenta pérdida de la visión, pero el Alzheimer va más allá y ocasiona la dificultad para determinar color o contraste, lo cual puede causar problemas para conducir un vehículo.
5. Incapacidad para articular
¿Ha sentido que se le pierden las palabras y le toca describir a un objeto porque olvidó su nombre? Preocúpese si no lo encuentra por mucho tiempo. Quienes sufren de Alzheimer pueden tener problemas en participar en una conversación porque pierden la capacidad de expresión articulada.
6. Disminución del juicio
De vez en cuando se vale una equivocación, pero esas que son tan evidentes como para alarmar a quienes nos rodean son una señal de que algo anda mal. Esas decisiones que nadie podría entender o que luego no tienen explicación aparente deben poner una alerta.
7. Cambios en el humor o la personalidad
Una señal importante es el cambio de humor y la personalidad. Aunque las personas cuando avanzan en edad comienzan a ser más solitarios, en este caso se muestran con frecuencia confundidas, deprimidas, temerosas o ansiosas. De igual manera se pueden enojar fácilmente en los sitios donde se encuentren.
Aunque algunas personas pueden preguntarse de qué sirve conocer los síntomas del Alzheimer si esa enfermedad no tiene cura. La respuesta es que sí es posible retrasar el avance y mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen. La sexta causa de muerte en Estados Unidos es el Alzheimer. Asimismo, quienes lo sufren viven un promedio de ocho años después de que los síntomas se vuelven evidentes. No obstante, la supervivencia puede llegar hasta 20 años, lo cual requiere sobrellevar la enfermedad de la mejor manera posible.