R. Kelly, el astro de R&B, se enfrentará el 18 de agosto a un juicio en Nueva York donde fiscales federales presentarán pruebas ante un jurado sobre sus presuntos delitos sexuales y la red que los encubrió.
El cantante, cuyo nombre es Robert Sylvester Kelly, se enfrenta a acusaciones de abuso sexual cometido contra mujeres y menores de edad de ambos sexo.
Sin embargo, los fiscales han conseguido ir más allá y revelarán que un grupo de mánagers, guardaespaldas y otros empleados ayudaron al cantante en el reclutamiento de sus víctimas.
De acuerdo con documentos judiciales, un miembro del equipo de Kelly transportaba las víctimas sexuales entre estados para complacer al cantante. Igualmente, las ubicaba entre el público de los conciertos para que el artista pudiera verlas desde la tarima.
Además, el empleado prohibía a las víctimas interactuar entre ellas cuando estaban en el alojamiento y Kelly no les permitía salir de sus habitaciones para comer o ir al baño sin su permiso.
El cantante les decía cómo vestirse y les ordenaba que le dijeran "Daddy" (Papi, en inglés), una conducta común entre abusadores como Keith Reniere, quienes establecen estructuras de poder con sus víctimas sexuales.
Más allá de sus conductas, el caso deja expuesta una presunta red de delitos sexuales que parecía ser conocida y protegida por los miembros de la industria musical.
De hecho, la serie de Netflix "Surviving R. Kelly" muestra que un grupo a favor del cantante silenció a sus víctimas por décadas.
Para más información, suscríbete a nuestro Newsletter. La Noticia produjo esta nota con información de The Associated Press (AP).