Las últimas elecciones locales en Carolina del Norte arrojaron resultados preocupantes sobre la participación de los votantes latinos. Esto no es una novedad ni una anomalía, consistentemente los latinos son el grupo étnico que proporcionalmente menos vota a nivel nacional, ¿a qué se debe esto?
En las elecciones locales en el condado de Mecklenburg y la ciudad de Charlotte, realizadas a principios de noviembre, de los cerca de 44,000 latinos inscritos para votar, solo sufragaron poco más de 2,400. Esto quiere decir que apenas 5.5 de cada 100 latinos inscritos salieron a votar.
A nivel nacional, las cifras igualmente son inquietantes. Según una investigación de The Brookings Institution, en todas las elecciones intermedias, desde el año 2010 hasta el 2022, los latinos fueron el grupo que proporcionalmente menos participó con su voto.
Sería muy fácil echar la culpa a este grupo por su falta de interés a la hora de acudir a las urnas, sin embargo, este puede ser el efecto de una o varias causas más profundas. Como en todo fenómeno social complejo, existen múltiples factores en juego a la hora de explicar esta problemática. Analicemos las dos más relevantes.
¿Son los votantes latinos indiferentes o no se sienten representados?
Para muchos, los partidos políticos no reflejan a la comunidad a la que sirven. Si bien los latinos representan cerca del 11 % de la población en Carolina del Norte, para las elecciones intermedias del 2022, de los 2,000 candidatos que figuraban en las papeletas de todo el estado, solo 27 se identificaban como latinos, es decir, el 1 % de todos los candidatos, según un reporte de NALEO.
Si los 170 legisladores de la Asamblea General del estado reflejaran de manera proporcional a la población del estado, debería haber entre 17 y 18 miembros latinos en la legislatura, pero la realidad es que hoy no tenemos a ninguno. Lo mismo sucede en juntas escolares, concejos de las ciudades o juntas de comisionados de los condados.
En la actualidad, solo 15 latinos tienen cargos públicos en todo Carolina del Norte. Ninguno de ellos a nivel estatal o federal.
En el caso del condado de Mecklenburg, en noviembre por primera vez una candidata latina ganó un puesto a la Junta Escolar. Se trata de Liz Monterrey, hija de inmigrantes cubanos. Entonces, ¿por qué menos latinos votaron en estas elecciones, si había una candidata de su comunidad?
En conversaciones con activistas y votantes, muy pocos latinos sabían quién era Liz Monterrey, en parte porque lleva menos de tres años viviendo en Charlotte y porque ha estado ausente en múltiples eventos de esta comunidad.
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¿Los latinos no están conscientes de su potencial como votantes?
No podemos relegar toda la culpa a los partidos, los latinos también debemos asumir nuestra responsabilidad. Si bien existe una decepción generalizada hacia los políticos, en buena parte porque un partido los demoniza y el otro bando ha roto demasiadas promesas, lo cierto es que hoy, más que nunca, los latinos tenemos el poder de inclinar la balanza del poder en favor de nuestra comunidad.
Pese a que los latinos tienen baja participación, son el grupo con más rápido crecimiento a nivel demográfico y de votantes inscritos en Carolina del Norte. Según la Junta Electoral del Estado, los latinos representan el 3.7 % de los votantes registrados. Este número puede parecer pequeño, pero no nos dejemos engañar, año con año las contiendas electorales se vuelven más reñidas y, por tanto, se deciden con muy pocos votos de diferencia.
Los latinos tenemos el deber de hacer oír nuestra voz, de representar a aquellos que no pueden votar, de empujar la agenda política en favor de nuestras familias, de nuestros jóvenes. El voto es la más poderosa herramienta democrática que nos permitirá labrar un mejor futuro para todos.
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