Los abortos ya no se realizan en Texas, pero sí en los estados vecinos. Tal es el caso de una mujer que viajó casi 1,600 kilómetros (1,000 millas) a Colorado para poder abortar. Se sabe de otras mujeres que están conduciendo cuatro horas a Nuevo México.
Entretanto, en Houston, las clínicas que suelen efectuar más de 100 abortos semanales sólo están realizando unos pocos al día.
Los proveedores de los estados vecinos describieron una creciente acumulación de pacientes que cada vez es más difícil de gestionar. En una clínica de Planned Parenthood en Oklahoma City, más del 60 % de las 219 citas de las próximas dos semanas son de Texas. Resaltó el caso de una paciente menor de edad que fue violada por un familiar; la ley no hace excepciones en casos como los de ella, tampoco cuando son incesto.
Tras imponer la ley sobre el aborto más estricta en Estados Unidos hay una casi total prohibición al aborto en Texas. El próximo 1 de octubre habrá una audiencia en torno a los intentos del gobierno del presidente Joe Biden para bloquear la ley conocida como SB8.
La ley prohíbe interrumpir el embarazo desde que se pueda detectar actividad cardiaca en el embrión. Esto ocurre normalmente alrededor de la sexta semana de gestación y antes de que algunas mujeres sepan que están embarazadas. Además, dejó abierta la posibilidad de interponer demandas civiles contra los proveedores de servicios de aborto, así como contra otras personas que ayuden a una mujer a interrumpir su embarazo en Texas.
Aplicación de la ley de abortos en Texas puede ser perjudicial
Una red de clínicas en Texas que hizo más de 9,000 abortos en 2020, dijo que en pocos días le negó el servicio a más de 100 pacientes.
En los 10 días posteriores a que la ley entrara en vigor, las clínicas de Planned Parenthood en Houston tenían a 63 pacientes programadas para un aborto, muchas menos que las aproximadamente 25 que normalmente acudirían por uno en un solo día. Once de esas pacientes no pudieron lograr que les realizaran un aborto porque se detectó actividad cardiaca embrionaria durante su cita médica.
A una paciente que tenía unas cinco semanas de embarazo no se le detectó actividad cardiaca en el embrión, pero durante su visita se enteró de que estaba contagiada de COVID-19, lo que significa que, después de una cuarentena obligatoria, su embarazo estaría tan avanzado que ya no podría acudir a que le hicieran un aborto en Texas.
En Dallas, la doctora Allison Gilbert dijo que 13 de sus colegas fueron enviados temporalmente a una clínica hermana en Nuevo México para que ayuden a atender la afluencia de pacientes de Texas. Su propia clínica tendrá que cerrar sus puertas “inevitablemente” si la ley no es derogada.
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Desarrollado por La Noticia con información de AP.