El estado de Carolina del Norte se ha convertido en un refugio para cientos de ucranianos que buscan escapar del conflicto bélico entre su país y Rusia.
Tras poco más de tres meses de angustia, un padre de origen ucraniano al fin pudo reunirse con su familia.
Durante la mañana del viernes 27 de mayo, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Charlotte-Douglas un vuelo proveniente de Polonia que llevaba la última pieza del rompecabezas.
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Mische Bohaslavskyi no veía a su familia desde el pasado 24 de febrero, cuando se quedó en la frontera de Ucrania con Polonia debido a las restricciones del gobierno.
Su familia sí pudo escapar y asentarse en Boone, un pequeño pueblo de Carolina del Norte.
“Están sucediendo cosas horribles y nuestra propia ciudad está destruida en este momento. Los niños están muy traumatizados”, narró Anna Bohaslavska, la esposa de Mische.
“No puede sentir nada, es simplemente abrumador”, añadió a ‘Fox 46’.
Ellos se han unido a la gran cantidad de familias que tuvieron que huir de su país para estar a salvo: “Entendemos que no tenemos hogar. Todos nuestros logros se han ido”.
Ahora han comenzado una nueva aventura en Carolina del Norte, gracias a una familia de Boone que les abrió la puerta de su casa.
En total fueron una madre, dos niños y la abuela. Todos se asentaron en Boone desde el pasado 8 de abril.
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“Ahora los llamamos nuestra familia ucraniana. Ella es la madre estadounidense y ahora tengo una abuela ucraniana”, dijo Marc Smith, la familia de Boone.
En medio de tanta angustia, la familia ucraniana al fin encontró un poco de paz en Carolina del Norte.