En abril se escriben nuevas líneas para el proyecto de ley HB-10 en Carolina del Norte, el cual es considerado por activistas como “antiinmigrante”, ya que estaría en camino a ser una realidad. A pesar de los vetos anteriores del gobernador Roy Cooper a proyectos similares, la actual supermayoría de legisladores republicanos tiende un puente hacia la cristalización de la ley en la próxima sesión de la Asamblea General.
Lauren Horsch, portavoz del líder del Senado, Phil Berger, señaló a las estaciones locales WNCN y WRAL que planean avanzar este proyecto de ley en la próxima sesión que inicia el 24 de abril.
De convertirse en ley, la HB-10 obligaría a los alguaciles del estado a cooperar con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), actualmente esta cooperación es voluntaria. Si el detenido no prueba su estatus legal en el país, se le mantendría bajo custodia hasta que un funcionario de inmigración lo procese y eventualmente sea deportado.
Algunos alguaciles de condados como Mecklenburg o Wake, así como activistas, aseguran que el proyecto de ley HB-10 es inconstitucional, pues la inmigración es un asunto federal, no local. Adicionalmente, se teme que esta ley viole el principio del “debido proceso”, y dañe la confianza entre los inmigrantes y las agencias de la ley, incluso para denunciar delitos.
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“Ley HB-10 es una amenaza a las contribuciones económicas de los inmigrantes”
Frente a esto, grupos proinmigrantes liderados por la organización Siembra NC se manifestaron el 15 de abril frente al Departamento de Ingresos, en Raleigh, en donde destacaron el aporte que los inmigrantes indocumentados al crecimiento y desarrollo del estado.
Los activistas destacaron que según datos del Migration Policy Institute, se estima que unos 350,000 inmigrantes indocumentados en Carolina del Norte aportan alrededor de $300 millones anuales en impuestos sobre las ventas, los ingresos y la propiedad. Grupos de defensa como Siembra NC están liderando la lucha contra la HB-10, argumentando que esta legislación es injusta y perjudicial para la cohesión social y económica del estado.
“A ellos (los legisladores republicanos) les importa enfrentar a las personas de Carolina del Norte entre ellas, a traer el tema de la frontera a nuestro estado, intentan distraernos de los problemas urgentes que enfrentan los trabajadores y las familias todos los días”, aseguró Kelly Morales, codirectora de Siembra NC.