Las autoridades educativas de Carolina del Norte señalaron que evaluarán los niveles de plomo y asbesto en el agua potables de las escuelas.
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Esto para evitar intoxicaciones de los niños que acuden a clase y toman esa agua de manera constante.
Será la Junta de Educación de Carolina del Norte la que mida qué tan alto es el riesgo de exposición al plomo y al asbesto en el agua de las escuelas.
De igual forma determinará cuánto es lo que el estado debe invertir para minimizar el impacto de esa exposición.
La reunión de la junta será el próximo miércoles y ahí definirán el protocolo a seguir y el costo de solventar la situación.
El objetivo es eliminar o minimizar los riesgos identificados con la exposición al plomo y al asbesto en las guarderías y escuelas públicas.
Con anterioridad, los condados de Wake, Cumberland y Wilson ya habían mostrado contaminación por plomo.
Ahora buscarán ver qué tanto se ha extendido el problema en el estado y qué otros condados podrían estar sufriendo lo mismo.
Las pruebas, los resultados y las acciones resultantes estarían listas dentro de un periodo de 18 a 24 meses.