La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) utilizó un avión espía para inspeccionar y mejorar los pronósticos de nieve.
Se trató del N809NA que despegó la mañana del miércoles 19 de enero del aeródromo Pope Army en Fayetteville, Carolina del Norte.
Fueron un total de siete horas de vuelo los que necesitaron los científicos para estudiar la física de las nubes en un sistema que se espera traiga nieve a Pennsylvania.
Poco después de la 1:00 pm, el avión regresó a Pope Army luego de la travesía donde pasaron por Rocky Mount, Wendell y Lillington.
El vuelo fue parte de la investigación de microfísica y precipitación de la NASA para tormentas de nieve que amenazan la costa atlántica (IMPACTS).
Cabe destacar que, desde febrero de 2020, se han realizado vuelos desde las instalaciones de vuelo de Wallops en la costa este de Virginia que se extienden desde Georgia, a través de las Carolinas hasta el valle de Ohio y New England.
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La finalidad son las nubes que producen nieve.
Los datos recopilados ayudarán a los meteorólogos mejorar las predicciones de nevadas al ver cómo se conforman, se organizan y evolucionan las bandas de nieve con el tiempo.