La graduación de este fin de semana en la UNC marca 25 años desde que un trágico incendio en una casa de fraternidad matara a cinco estudiantes.
12 de mayo de 1996 es la dolorosa fecha grabada en la memoria local de Carolina del Norte.
Era el día de la graduación y el día de la madre, para colmo.
Un cigarrillo humeante provocó el incendio de la casa de Phi Gamma Delta.
“Me estremeció el alma”, dijo a WRAL Bonnie Woodruff.
El fuego mató a cinco estudiantes e hirió a tres en lo que debería haber sido un feliz día de comienzo a fin.
“Me estremeció todo el cuerpo”.
Ella perdió a su hijo, Ben, en el incendio de su graduación en pleno Día de la Madre.
Tras la muerte de su primogénito, ella presionó para que todos los edificios en Carolina del Norte tuvieran rociadores contra incendios.
Se necesitó de una década para que se produjeran los cambios.
En 2006, ya todas las fraternidades y hermandades de mujeres de la UNC tenían sistemas de rociadores, inspecciones semestrales y oficiales de bomberos estudiantiles.
Tres de los estudiantes asesinados, Mark Strickland, Josh Weaver y Ben Woodruff, eran hermanos de la fraternidad.
Dos mujeres, Joanna Howell y Anne Smith, también murieron en el incendio.
Una placa cuelga dentro de la casa en su memoria.
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