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Un hombre de Connecticut, al que le habían diagnosticado cáncer terminal, pudo aguantar hasta el último suspiro para conocer a su hijo recién nacido y murió justo después de tenerlo unos segundos acostado en su pecho. (Foto Facebook)

Un hombre de Connecticut, al que le habían diagnosticado cáncer terminal, pudo aguantar hasta el último suspiro para conocer a su hijo recién nacido y murió justo después de tenerlo unos segundos acostado en su pecho.

A John Beeson Parke le diagnosticaron cáncer en enero, pero a tres semanas del parto le dijeron que su salud había empeorado.

Su esposa, Haley Parke de 28 años, dijo que decidieron llevar a cabo el trabajo de parto pues solo le quedaban días de vida al hombre.

Las cosas no fueron tan fácil, el trabajo de parto se complicó y se tuvo que hacer una cesárea.

La pareja llevaba tres años de casada y tenían otro hijo de 18 meses de edad.

Los doctores le dijeron a la pareja que el cáncer era muy agresivo que tenía menos tiempo de vida del que habían pensado.

'El médico nos comentó que el cáncer se había extendido a sus ganglios linfáticos. Sus pulmones estaban llenos de líquido', contó Haley.

La mujer decidió contar todo a través de su cuenta de Facebook y cómo su esposo, el hombre con cáncer, murió con su bebé recién nacido acostado en su pecho.

'Sin dudarlo, el equipo de médicos se comunicó con el jefe de los médicos de parto y parto de alto riesgo. Me ofrecieron el procedimiento tan pronto como estuve lista', dijo la mujer.

Ella se despidió con un besos de su esposo y le pidió que tuviera fuerza para aguantar, luego entró en labor de parto.

Sin embargo, la inducción no salió como esperaban y tuvieron que cambiar de planes los doctores.

Además, su esposo empeoró y les avisaron que solo le quedaban unas horas de vida, por lo que tendrían que hacer una cesárea.

'Les dije que lo hiciéramos y rápidamente me enviaron al quirófano. Tan sólo 20 minutos después nació nuestro hijo. Me lo dieron para un beso rápido, luego, un equipo del hospital lo llevó dos pisos arriba y lo colocó sobre el pecho de su papá.'

La fuerza de voluntad de John salió a relucir y sus signos vitales mejoraron justo cuando los doctores le pusieron a su bebé recién nacido en el pecho.

El hombre logró reconocer que su hijo estaba ahí, pues hizo pequeños movimientos de cabeza y dulces gemidos.

Foto AP

El equipo médico concluyeron la cesárea de Haley y luego llevaron su cama a la habitación de su esposo.

'Pasé mi tiempo de recuperación mirando a mi esposo. Lo veía con tristeza, pero asombrada por su fuerza', escribió Haley.

El bebé nació en un parto prematuro, pero registró un peso saludable y tenía sus pulmones completamente desarrollados.

'Algunos dijeron que mis acciones eran valientes y heroicas. Yo solo lo llamo amor. Actué por amor. Hice lo que debía para cumplir el último deseo de mi esposo.'

Periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García en México y con 17 años de experiencia. Amante de los viajes y las historias que de ellos emanan. Un buen libro, una buena película...