El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, anunció que a partir del 10 de marzo, se cancelará el uso obligatorio de mascarillas en toda la isla, con algunas excepciones.
Es así que en interiores y exteriores podrá dejar se usarse la mascarilla pero "se mantiene el mandato del uso de mascarillas en instalaciones de salud, tales como hospitales, salas de emergencia, consultorios médicos, centros de salud, clínicas, laboratorios y farmacias. También, se mantiene ese mandato en hogares de cuidado prolongado para adultos mayores”.
Esto se da gracias a que las hospitalizaciones por COVID-19 han bajado de forma significativa; además que Puerto Rico busca volver a la normalidad lo más pronto posible.
“Como saben, las estadísticas del COVID-19 en cuanto a hospitalizaciones han bajado considerablemente y ya podemos decir que nuestro sistema de salud no está comprometido”.

El gobierno le da la autoridad del Departamento de Salud de pedir el uso de mascarillas según las circunstancias. Además cada empresa o sector público tendrá la libertad de pedir el uso de mascarillas.
El uso de mascarillas en Puerto Rico y otras medidas cambiarán
Dentro de lo anunciado este lunes, también se anunció que se eliminaron las restricciones relacionadas al aforo en lugares públicos y privados; esto se refiere también a pedir comprobante de vacunación o prueba de COVID-19 negativa; pero cada negocio y oficina podrá implementar lo que crea necesario.