El gobierno condenó el lanzamiento de un misil de largo alcance de arte de Corea del Norte, asegurando que está violando las resoluciones de la ONU y pone en peligro la estabilidad de la región.
Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, dijo en un comunicado se temen que haya más ensayos similares en el futuro, por lo que "el presidente y su equipo de seguridad están analizando la situación de forma conjunta con aliados y socios".
Además resaltó que se están violando las resoluciones y se pone en peligro la seguridad de la región.
"Este lanzamiento es una violación de las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad y aumenta innecesariamente la tensión en la región y pone en peligro la seguridad y la estabilidad".
También criticó que se esté dando prioridad a su armamento en lugar del bienestar de su población, pues según los reportes que tiene el gobierno de Estados Unidos viven de manera precaria.
Aunque instó a todos los países a llevar a Pyongyang ante la justicia, aseguró que aún está disponible poder hablar con diplomacia.
"La puerta de la diplomacia no está cerrada, pero Corea del Norte debe detener inmediatamente este tipo de acciones. Estados Unidos pondrá en marcha todas las acciones necesarias para garantizar la seguridad del territorio estadounidense y sus aliados en Corea del Sur y Japón".