Un capellán de 49 años de una cárcel federal abusó sexualmente de una reclusa y se declaró culpable del delito.
Así lo dio a conocer el Departamento de Justicia (DOJ), del país tras la investigación.
James Theodore Highhouse enfrenta a una pena máxima de hasta 39 años de cárcel por varios cargos de abuso sexual y por haber mentido a los agentes.
Highhouse era capellán de una cárcel federal para mujeres en California y ahí abusó de la reclusa.
El hombre se reunía de forma habitual con presas, tanto en grupo como en sesiones individuales, para darles consejo espiritual y liderar servicios religiosos.

El acusado admitió que vio a la víctima en varias ocasiones dentro de su oficina y que abusó sexualmente de ella.
Cuando los agentes del FBI comenzaron a investigar la denuncia, el capellán les mintió reiteradamente y también se dijo culpable de eso.
'Cualquier agente de seguridad que explote su autoridad y puesto como consejero espiritual, en especial abusando sexualmente de una reclusa bajo su custodia, tiene que rendir cuentas por sus acciones', señaló Kristen Clarke, directora de la División de Derechos Civiles del DOJ.