El primer medicamento para tratar la cepa del virus de ébola más letal entre los que se conocen recibió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
El fármaco de Regeneron Pharmaceuticals se nombró, Inmazeb. Podrá usarse en niños y adultos enfermos con la cepa del virus de ébola Zaire. Esta, es la cepa más letal de los seis tipos conocidos, capaz de matar entre el 60% y 90% de los pacientes.
La FDA dio el visto bueno a este medicamento luego de cuatro opciones durante un brote en el Congo que cobró casi 2,300 vidas. El estudio involucró a 681 pacientes y se pudo evidenciar que la tasa de supervivencia fue significativamente mayor en los participantes a los que se les administró el medicamento para el ébola Inmazeb, así como otro fármaco experimental.
No obstante, se aceleró el cierre del estudio para que todos los pacientes pudieran tener acceso a esos tratamientos.
Esta medida facilitará el uso de emergencia del medicamento contra el ébola durante brotes en países africanos, donde el proceso de aprobación no es sencillo.
En qué consiste el medicamento para el ébola
El tratamiento de Regeneron es una combinación de tres anticuerpos que funcionan matando al virus. Se administra una sola vez por vía intravenosa.
“Cuando se tienen tres medicamentos que se vinculan (al virus), existe una baja probabilidad de que el virus pueda evadirlos a todos”, dijo Leah Lipsich, quien encabeza el programa global de Regeneron sobre enfermedades infecciosas.
Lipsich dijo que eso debería evitar que el virus se vuelva resistente al medicamento.
El gobierno de Estados Unidos, que ayudó a financiar el desarrollo del fármaco aprobado, adquirirá miles de dosis durante los próximos seis años para abastecer la Reserva Nacional Estratégica. Los casos de ébola son inusuales en territorio estadounidense, Sin embargo, ocasionalmente se diagnostican en viajeros que regresan de zonas afectadas por un brote.
El ébola es sumamente contagioso. Se propaga principalmente a través del contacto con fluidos corporales de personas infectadas. Los síntomas incluyen fiebre, dolor muscular, vómito, daño hepático y renal, y en ocasiones hemorragias internas y externas. Por fortuna, ya cuenta con una vacuna, aprobada por la FDA en diciembre pasado, lo que no erradica la posibilidad de casos de la enfermedad en países pobres.
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