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La pandemia de COVID-19 dejó al descubierto la preparación de los países para actuar ante la propagación mundial de un virus. Corea del Sur es uno de ellos y hasta el momento parece tener resultados positivos en sus políticas sanitarias frente al virus, por ejemplo tiene la menor tasa de mortalidad por COVID-19 en Asia.

Para múltiples analistas, una de las claves del éxito de Corea del Sur está en sus políticas públicas, orientadas a fundamentalmente detectar la mayor cantidad de casos de COVID-19 en el menor tiempo posible, para lo cual contó con el trabajo de las empresas privadas encargadas de desarrollar el kit de detección para miles de coreanos.

Asimismo, la transparencia en la información sobre la propagación del virus en el país por parte de las autoridades, y una ciudadanía cooperante con las estrategias gubernamentales, son otros elementos clave que pueden servir de ejemplo a otros países.

¿Qué está haciendo Corea del Sur para detectar rápidamente los casos de COVID-19 y qué podemos aprender de ello?

A continuación conozcamos las estrategias implementadas por Corea del Sur para actuar frente a la pandemia de COVID-19, enfermedad generada por un nuevo coronavirus cuyo nombre científico es SARS-CoV-2.

Política pública basada en detección rápida

La campaña de detección rápida, como política pública en Corea del Sur, surgió como resultado de la lección aprendida por ese país tras un brote de síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) ocurrido en el , por otro tipo de coronavirus.

Las investigaciones realizadas para conocer cuáles fueron los errores cometidos en Corea del Sur durante el brote del , concluyeron que la falta de pruebas o test para detectar la enfermedad obligó a muchos contagiados a recorrer las ciudades en busca de algún centro médico para realizarse el análisis.

El recorrido de los contagiados de hospital en hospital devino en una masiva proliferación del MERS, lo que a su vez generó el contagio de 185 personas y acabó con la vida de 38 de ellas, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por esta razón, en Corea del Sur se estableció una reforma para permitir al gobierno actuar de manera instantánea en la aprobación de sistemas de detección, en caso de ocurrir una emergencia de salud. Es así como cuatro empresas coreanas se encargaron de producir las pruebas del COVID-19 basados en la fórmula de la OMS. Una de ellas es Seegene Inc. e inició el desarrollo de su Allplex -nCoV Assay para detectar el coronavirus a finales de .

La producción masiva de los tests se sumó al establecimiento de 633 puntos de detección gratuitos distribuidos en el país para que, incluso las personas de bajos ingresos, puedan recibir el análisis de laboratorio.

En este sentido, Corea del Sur está realizando más de 10,000 pruebas diarias a sus habitantes, cuyos resultados se entregan en tres días a través de un mensaje de texto (SMS).

Adicionalmente una de las novedades protagonizadas por el país, ha sido el establecimiento de puntos de detección basados en ventanillas para vehículos, al más puro estilo de sitios de comida rápida.

CBS News ha mostrado imágenes de la ciudad coreana de Goyang, donde personal médico y de enfermería con trajes protectores se han desplegado a diversos puntos para realizar pruebas rápidas; a los pacientes se les toma la temperatura y se recoge una muestra de sus secreciones salivales y nasales.

"Esto fue crucial para identificar dónde se encontraba la infección y dónde no, y así usar este conocimiento en los esfuerzos de salud pública", declaró para ProPublica el Dr. William Schaffner, profesor de medicina preventiva y enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.

De esta manera, el país se posiciona con el mayor número de personas revisadas per cápita, con una cifra cercana a las 300,000 pruebas de detección administradas. Por ende, el servicio de salud en Corea del Sur puede conocer no solo la cantidad de casos de COVID-19, sino también dónde están ubicados para prevenir su proliferación. De allí parte la segunda estrategia implementada por el país para enfrentar el brote de la enfermedad.

Información pública de los contagiados

Corea del Sur aún no ha cercado ciudades, como China lo hizo en Wuhan epicentro del brote de COVID-19. La razón es que el gobierno ha hecho pública la información sobre la localización de los infectados y sus movimientos en el país.

En un movimiento que ha generado un debate sobre las libertades civiles y la privacidad, las reformas legales emprendidas a raíz del brote del también autorizaron al gobierno para publicar esta información. El gobierno coreano extrae información de sus ciudadanos a partir de los registros telefónicos y movimientos de sus tarjetas de crédito.

Aunque se reserva el nombre de las personas infectadas, ya se han creado sitios web y aplicaciones para teléfonos inteligentes con la información geográfica de los infectados. En algunos casos se proporciona información detallada sobre sus movimientos para que los demás que tránsitan por esas áreas tengan cuidado.

Varias páginas de Internet informan la ubicación geográfica de los infectados, además los usuarios pueden acceder a un chat en línea, a través de la aplicación KakaoTalk, para enterarse sobre datos oficiales relacionados con las infecciones de COVID-19 en el país.

El sitio web nature.com, detalla que una alerta puede incluir la edad, género, movimientos en tiempo real e incluso los locales visitados por los infectados, gracias a un rastreo de sus tarjetas de crédito e información de su teléfono inteligente. En otros distritos, la información pública incluye áreas de un edificio visitado, uso de sanitarios y si portaban máscara o no.

La explotación de la tecnología para masificar la información en Corea del Sur, contrasta con China, cuyo gobierno ocultó por varios días información sobre del brote en su país.

Detección temprana

Corea del Sur vio un salto de 31 casos a más de 4,200 en semanas, mayoría radicados en la región de Daegu, donde se han concentrado un 73 de todos los casos detectados en el país, según CNN.

El brote en Daegu se produjo por la asistencia de una mujer a reuniones religiosas de una secta religiosa llamada Shincheonji Church of Jesus. La mujer de 61 años resultó ser el caso número 31 detectado en Corea del Sur, pero diez días antes de su detección ya había asistido a dos servicios de la secta religiosa.

De ese modo, los miembros de la secta Schincheonji Chruch of Jesus provocaron la masificación del COVID-19, convirtiendo a Corea del Sur en el país con mayor cantidad de casos detectados luego de China.

Distanciamiento social

Además del distanciamiento social generado con la información publicada de las personas infectadas, se han tomado otras medidas de distanciamiento social para evitar la propagación del virus. Algunas de las cuales incluyen: las suspensión de actividades escolares y universitarias, trabajo desde casa (teletrabajo), el uso de mascarillas en el transporte público, así como la suspensión de actividades que generen aglomeraciones, como eventos públicos.

Del mismo modo, una campaña de información del Centro Coreano para la Prevención y Control de las enfermedades está continuamente instando a la población a mantener hábitos de higiene que eviten el contagio de la enfermedad.

En los medios de comunicación se difunden mensajes orientados a fomentar el lavado de las manos y el uso de mascarillas, mientras que la policía vigila el cumplimiento de estas normas en las calles del país.

También se realizó un control de precios en insumos médicos como las mascarillas para evitar encarecimiento y que por el contrario fuera accesible a todos los sectores de la población, generando además una distribución equitativa de los mismos entre los habitantes del país.

Resultados

Las tasas de defunción por COVID-19 en Corea del Sur son las menores de toda Asia, ubicadas 0.99 de mortalidad de los casos detectados. La cifra contrasta con la tasa de 4.21 de muertes por el virus en China, de acuerdo con cifras de la OMS.

Del mismo modo, en Estados Unidos, para los casos llegan a 7,087 de COVID-19, con una tasa de mortalidad de 1.41, representada en 100 defunciones a nivel nacional.

Aunque hay diversas variables que han influido en las bajas tasas de mortalidad en Corea del Sur, sus técnicas de detección temprana sumadas a las estrategias de información transparente han sido la clave para frenar el rápido contagio del virus.

Las pruebas de detección, administradas de forma gratuita, han reducido las muertes originadas por el virus al brindar pronta atención a las personas contagiadas con el virus que alcanzó los cerca de 210,000 casos detectados alrededor del mundo, con una tasa de mortalidad global de 4.18.

¿Detección rápida en Estados Unidos?

Algunos expertos ven en el caso de Corea del Sur un ejemplo a seguir para detectar los casos de COVID-19 y minimizar su propagación. Así lo creen los Doctores: Shantanu Nundy, docente en la Universidad George Washington, y Kavita Patel, miembro de la Brookings Institution.

Ambos científicos han escrito un artículo donde proponen otras formas de detección, basados en experiencias como las de Corea del Sur. En una reciente nota publicada por el Seattle Times, se indica que la Fundación Bill y Melinda Gates se encuentra desarrollando un kit para detectar la enfermedad COVID-19 desde casa. La iniciativa solo se pondrá en marcha en Seattle, estado de Washington, sin embargo, constituye un esfuerzo novedoso para acelerar el diagnóstico de la COVID-19 en Estados Unidos.

La propuesta consiste en entregar los kits a pacientes que sospechan estar infectados. Para determinarlo, la fundación Gates pondrá en línea un cuestionario donde las personas indicarán sus síntomas.

¿Qué está haciendo Corea del Sur para detectar rápidamente los casos de COVID-19 y qué podemos aprender de ello?

Si existe coincidencia con los síntomas producidos por la infección con el virus SARS-CoV-2, las personas pueden solicitar un kit que será entregado en casa. Las muestras tomadas por las mismas personas serán recogidas y los resultados del diagnóstico estarán listos en un lapso de dos días.

Nundy y Patel consideran que este tipo de pruebas evitaría la escasez de recursos en centros médicos como ya ocurrió en Italia, donde un médico necesitó más de 11 días para ser diagnosticado con COVID-19, debido a que los test solo estaban disponibles para pacientes con demostrada exposición a personas infectadas.

"Las pruebas de detección en casa descentralizarían los cuidados y promoverían la distancia social, especialmente para adultos mayores, en quienes se ha identificado un alto riesgo debido al incremento de mortalidad en adultos con edad superior a los 50 años", indican los expertos en un artículo publicado en JAMA Network.

Asimismo, Nundy y Patel plantean otros beneficios de diagnosticar la COVID-19 en casa, como la posibilidad de que los centros médicos se enfoquen en pacientes con mayor necesidad de supervisión presencial, reduciendo así los riesgos de infección en los hospitales, clínicas y áreas de emergencia.

Del mismo modo, los expertos indican que la detección mediante este tipo de pruebas puede permitir que los trabajadores sean diagnosticados fácilmente y no encuentren impedimentos en asuntos como el transporte hacia un centro médico.

Medidas diseñadas para cada país

Ante la pandemia de COVID-19, la OMS ha pedido a los países elevar los niveles de preparación y acción médica ante los nuevos casos de COVID-19.

"Los países deberían prepararse para responder a diferentes escenarios de salud pública, reconociendo que no hay una misma receta para gestionar todos los casos y brotes de COVID-19", indica la OMS en su sitio web.

Asimismo, la entidad internacional instó no solo a la reducción de la transmisión del nuevo coronavirus, sino a la disminución de sus impactos económicos, públicos y sociales, exhortación realizada en el marco de la imparable caída de las bolsas de valores en el mundo.

La bolsa de valores de Nueva York (New York Stock Exchange) ha cerrado temporalmente su piso de operaciones, volcando sus actividades al entorno virtual, luego de que dos personas recibieran un diagnóstico positivo de COVID-19.

Por otro lado, el precio del petróleo cayó 24 el pasado miércoles, sumando tres días en el descenso del valor del crudo a niveles menores a los de hace 18 años. Del mismo modo, el volátil mercado de criptomonedas sufrió un revés con la caída en el precio de Bitcoin de 8,900 al inicio de marzo, a más 6,000 este .

Todo esto sucede debido a las expectativas de una recesión producida por la amplia proliferación del virus, lo que urge a los países a implementar medidas eficientes de prevención y atención de la enfermedad, con el fin de dar un giro al panorama económico generado por la pandemia.

Corea del Sur ha dado una respuesta para el mundo al enfrentarse al COVID-19 con diferentes estrategias, implementadas de forma convergente entre diferentes sectores y actores de su sociedad.

Mientras llega una vacuna, se podría dar un revés a la pandemia del COVID-19 mediante una detección temprana, un manejo fluido de la información, distanciamiento social y medidas económicas paliativas.

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Licenciado en Comunicación Social y Magíster Scientiae en Literatura Latinoamericana. jcordero@lanoticia.com

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