Desde que inició la pandemia del COVID-19 en China, diversos países en el mundo han pedido al gobierno asiático que revele todo lo que sabe acerca del origen de la enfermedad y su propagación en el mundo.
EE.UU. pide transparencia a China para descubrir origen del COVID-19
A pesar de esto, China no ha abierto completamente sus puertas a investigadores externos para crear conclusiones más certeras del posible origen del COVID-19 que puso en jaque al planeta Tierra entero por más de un año.
Ante esto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, instó este viernes a China a una mayor “cooperación y transparencia” sobre los orígenes de la Covid-19.
Blinken conversó por teléfono con Yang Jiechi, el responsable del Partido Comunista de China (PCCh) para Asuntos Exteriores y pidió que el gobierno asiático permita mayor libertad para investigar las causas del COVID-19.
El gobierno de Joe Biden quiere cerciorarse si el COVID-19 surgió en un laboratorio
Sobre la pandemia de Covid-19, el jefe de la diplomacia estadounidense remarcó la importancia de cooperación y transparencia acerca del origen del virus, incluida la necesidad de un nuevo estudio de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China.
La petición se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenara a finales de mayo a los servicios de Inteligencia un informe sobre el origen de la pandemia.
En primera instancia, se creyó que el virus había sido creado en un laboratorio en Wuhan, China, pero no quieren llegar a una conclusión errónea y es por eso que pidieron al gobierno chino abrir sus puertas a una investigación.
Una petición que coincide con la cumbre del G8
La conversación coincide con el viaje de Biden a Europa para la cumbre del G7 y su reunión con los socios europeos en Bruselas, en la que el mandatario quiere conseguir un respaldo más claro de sus aliados a su principal prioridad internacional: la intensa competición entre Washington y Beijing.
Esta semana, el Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley con un gasto previsto cercano a los 250 mil millones de dólares que tiene como objetivo aumentar la competitividad nacional para hacer frente al poder industrial y militar de China.
Las relaciones entre China y Estados Unidos se deterioraron de forma drástica durante la era del expresidente Donald Trump (2017-2021) con colisiones en planos como el comercial, el diplomático o el tecnológico.
Ahora, el gobierno del Presidente Biden quiere limar cualquier tipo de aspereza y tener una cooperación mutua en distintos temas.