El presidente del país, Joe Biden, ordenó entregar los registros de los visitantes de la Casa Blanca en el mandato de Donald Trump, incluidos los del día del infame ataque al Capitolio.
Los registros se entregarán al comité legislativo que investiga todo lo que aconteció ese día en el Capitolio del país.
Esta acción de Biden es totalmente en contra de los argumentos de Trump que aseguraba que esos registros estaban sujetos al privilegio ejecutivo.
Esta es una disposición legal que otorga al presidente el derecho de mantener en secreto ciertos documentos por el bien de la nación.
'El presidente ha concluido que aplicar privilegios ejecutivos no es de interés de Estados Unidos', dijo Dana Remus, asesora de la Casa Blanca.
Remus resaltó en una carta enviada a los Archivos Generales, que Biden publica los registros de visitantes cada mes y lo mismo hizo Barack Obama.
La comisión a la que serán entregados los registros de visitantes de la Casa Blanca en el mandato de Trump
La comisión investiga los hechos del 6 de enero de 2021 y espera que estas listas le permitan arrojar luz sobre el papel que jugó Donald Trump en el ataque al Capitolio.
Los miembros de la Cámara que integran el comité, quieren publicar sus conclusiones antes de las elecciones intermedias del otoño.
Y es que dichos miembros son demócratas en su mayoría y saben que los resultados podrían ser un duro golpe a los republicanos.
La Ley de Archivos Presidenciales dispone que los documentos creados por un presidente y su personal se conserven en los Archivos Nacionales.
Trump intentó, sin éxito, impedir que documentos de la Casa Blanca llegaran a la comisión, en una disputa resuelta finalmente por la Corte Suprema.
El comité no solo está investigando los documentos, también obtiene declaraciones de testigos, en algunos casos renuentes.
Los investigadores también quieren las comunicaciones entre los Archivos Nacionales y los colaboradores de Trump acerca de 15 cajas de documentos hallados en su resort de Florida.
Los registros de llamadas de la Casa Blanca obtenidos hasta ahora por la comisión no incluyen las llamadas de Trump cuando seguía el desarrollo de la violencia el 6 de enero.
La comisión sigue recibiendo documentos de los Archivos Nacionales y otras fuentes que podrían brindar información adicional.