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Astrid Chirinos YMCA Charlotte
(Foto: Facebook)

Astrid Chirinos era apenas una niña cuando se paseaba por los pasillos del Colegio La Concepción en Caracas, Venezuela, ansiosa por el regreso de su padre tras largos días de viaje.

El ambiente tan estructurado de la escuela la abrumaba y eran las historias de su papá las que la hacían pensar más allá de lo que la educación básica le planteaba.

Desde que estaba en el colegio de monjas, yo fui a colegio de monjas por 12 años”, responde a La Noticia sobre cuándo despertó su inquietud por cambiar al mundo.

“Mi educación fue excelente, pero siempre quería más, siempre tenía otras ambiciones y mi papá y mi mamá fueron una gran inspiración en muchos aspectos”, abunda.

“Mi papá viajaba porque era ingeniero forestal y siempre desarrollaba nuevas ideas, eso me inspiró para siempre ver más allá, yo quería ir más allá de lo que se había planeado para mí”, insiste.

Llegó hace 41 años a Carolina del Norte

En busca de un mejor futuro, Astrid y su familia emigraron a Raleigh, Carolina del Norte, hace 41 años.

Ahí fue que descubrió que sus conocimientos y educación eran incluso superiores al de muchas de sus compañeras y así comenzó a creer aún más, que podía cambiar su entorno.

Tenía más destreza y estaba más avanzada que ellas aquí en Estados Unidos, a veces no lo vemos pero tenemos en ocasiones mejores bases en nuestros países”, asegura.

Llegué aquí a Raleigh como estudiante migrante, como muchos otros llegaron y a medida que pasó el tiempo me casé, me divorcié, cambié trabajos, hice todo tipo de cosas”, señala.

Pero su vida dio un giro radical cuando hace 25 años se mudó a Charlotte.

La vorágine de la ciudad la atrapó y la hizo crecer a pasos agigantados, sobre todo desde que se inmiscuyó en la YMCA of Greater Charlotte.

“Cuando llegué a Charlotte verdaderamente entendí lo que era ser una migrante y profesional en busca de oportunidades”, comenta.

“Ha sido un proceso de estar claro quiénes somos y nuestras contribuciones que traemos como migrantes, como latinos, como profesionales, como personas y de cómo poder pertenecer en esta cultura”, desmenuza.

“Tengo un gran respeto por la organización YMCA por muchos años”, comparte.

“En Charlotte, donde realmente empecé a conectarme y entenderme fue en el YMCA hace 25 años”, señala.

“No solo era hacer ejercicio y expandirte, sino también conocer mucha gente”, indica.

Evolución constante en la YMCA

Con los años, Astrid se convirtió en voluntaria en YMCA, luego tuvo incursiones en el área corporativa teniendo todo tipo de negocios.

Manejó organizaciones sin fines de lucro, hasta que un día, le pidieron que fuera parte de la junta directiva de todos los YMCA.

“Fui la primera latina que estuvo en la junta directiva del club y luego tuve un llamado para entrar en el área de operaciones”, narra.

“Llevé el Simmons YMCA, que es el área más diversa y multicultural en el Este de Charlotte, donde tenemos los negocios pequeños más diversos de todas partes del mundo”, describe.

“Verdaderamente fue para mí un gran logro el poder ser la primera latina que llevaba en esa área un YMCA”, dice orgullosa.

Astrid tenía a su cargo 142 empleados y pudo hacer cambios de raíz desde la posición.

“Pude traer un nuevo entendimiento acerca de nuestra comunidad internacional aquí”, comenta.

Tras el brote de coronavirus, se impulsó aún más

Fue cuando se desató el brote de coronavirus que Astrid Chirinos tomó un rol trascendental para reactivar la maquinaria de la YMCA adaptándose a la nueva normalidad.

“Ahora que todo cambió con el COVID, redujimos el personal, hicimos cosas para consolidar el YMCA”, explica.

“Y de ese momento, por mi trayectoria aquí en Charlotte y como entiendo el YMCA y la comunidad, soy la directora de relaciones de comunidad y desarrollo para la Y”, presume.

“Ha sido una travesía muy significativa para mí”, asegura.

“Porque lo he hecho de diversos puntos de vista porque lo he vivido, lo he desarrollado, he podido fortalecer nuestra organización”, dice.

“Y puedo servir mucho mejor a nuestra comunidad sobre todo en este proceso de transición tan fuerte y que ha sido un reto tan grande para todos”, refuerza.

Las nuevas tareas de Astrid Chirinos

Astrid fue nombrada como la nueva directora ejecutiva de participación comunitaria de YMCA of Greater Charlotte a finales de 2020.

En su nuevo cargo, dirige la política pública y la promoción a nivel local, estatal y nacional de la asociación.

“Para mí ha sido un gran privilegio y un gran honor”, dice Chirinos.

“Ahora, después de todas las fiestas navideñas estoy verdaderamente enfocada en las relaciones estratégicas con diferentes organizaciones”, comparte.

“Y ayudar a expandir nuestro nuevo modelo, que es construir equidad a través de todas nuestras instalaciones para la comunidad y seamos un lugar donde se crea salud y bienestar”, afirma.

“Ya no solamente es un lugar donde aprendes a nadar y haces ejercicio, ya eso no se puede hacer, ahora estamos enfocados en romper el ciclo de pobreza, ayudar a la movilidad económica”, explica.

“También ayudar al bienestar, buscar la salud mental que es crítica más que nunca y poder ayudar a nuestros niños dentro de nuestras instalaciones sobre todo con los protocolos de seguridad y salud que ahora necesitamos”, añade.

Para ello, YMCA relanzó su proyecto llamado New America Welcome Center, con tal de reactivar a refugiados, asilados y personas en necesidad.

“La comunidad me enseñó a curtirme en Estados Unidos, cuando se mantiene solo en su trabajo, muchas veces no conoce ni se relaciona con las personas que van a ser la diferencia en tu vida”, explica.

“Cuando estás en comunidad y trabajando con todos, trabajas con los presidentes de las corporaciones, así como con la gente que mantiene la tierra y no hay jerarquía”, comenta.

“Todos estamos juntos y fue una gran manera que pude avanzar, abrir mis negocios, entender a la comunidad y saber cómo servir mejor, considero que este es el pináculo de la travesía que hice y ahora puedo dar más porque entiendo mejor”, enfatiza.

Respaldada por su currículum

Su liderazgo en el desarrollo e implementación de estrategias integrales de relaciones gubernamentales y comunitarias ha sido trascendental para YMCA.

Y la asociación ha respaldado el desarrollo y la implementación de estrategias de impacto comunitario y beneficio comunitario de la mano de la originaria de Venezuela.

“Puedo decir que conocer a la comunidad es muy importante para poder servirla”, dice.

“Y si no tienes el pulso de esa comunidad no sabes si realmente estás haciendo el impacto que necesitas”, analiza.

Astrid Chirinos logró ser de las primeras personas que impulsaron la creación de la Cámara de Comercio Latinoamericana, por lo que su capacidad es invaluable.

No es fácil para nosotros (latinos), muchas veces tenemos que probar que somos capacitados una, dos, tres o cuatro veces antes de que verdaderamente nos puedan oír, he tenido la gran oportunidad y bendición de a través de mi servicio en la comunidad y organizaciones”, dice.

“Toda mi trayectoria ayudando desde el desarrollo económico a través de la corporación”, explica.

“Hoy en día hay muchísimos más fondos para ayudar a nuestros negocios pequeños y para también ayudar de emergencia a nuestras familias”, indica.

“Nosotros en YMCA somos un centro donde se puede enfocar”, comenta.

Empoderamiento de latinos, un objetivo

Es así que Chirinos canaliza a los latinos a su empoderamiento, con ella como ejemplo y con la YMCA como motor de impulso.

“Hay muchas maneras (de empoderar a los latinos) la principal es no conformarse”, asegura.

“El hecho de que nosotros hayamos llegado más tarde, no hayamos podido estudiar aquí, no significa que no podemos superarnos e ir más allá que los nacidos aquí; tenemos el poder del voto y la voluntad”, insiste.

“Podemos ver las cosas con un horizonte diferente y hay que aprovechar todas las ventajas que tenemos en vez de decir ‘no puedo’”, considera.

“La palabra I can’t o yo no puedo, nunca estuvo en mi vocabulario, le doy gracias a Dios que los americanos me ayudaron a no tenerla en mi vocabulario, donde había una barrera, siempre había una manera, se abría una puerta, se buscaba otra cosa”, zanja.

Chirinos sabe que tiene mucho camino por recorrer para poder cumplir las metas en su nueva posición.

Pero espera ayudar a reunificar al pueblo latino hacia un bien común.

“No estoy segura del pasaje pero dice que ‘cuando tú crees que estás haciéndolo todo y has llegado, Dios te pide más’ y así es”, dice.

“Sé que vamos a poder manejar situaciones ahora y se abren más y más situaciones, solo sé que queremos estar con la comunidad y construir como la comunidad lo necesita en la sociedad latinoamericana”, afirma.

“Tenemos oportunidad de enseñarles el inglés, enseñarles nueva destrezas conectándolos a nuevas áreas”, indica.

“Yo creo que mi satisfacción llegará cuando vea que nuestra comunidad latina está unida y que está yendo en la misma dirección", piensa.

"Que las desobediencias que traemos sean temporales y podemos avanzar juntos, ese será el momento donde diga que hemos logrado lo que necesitábamos”, puntualiza.