El sistema inmunológico o de defensas de los niños, al igual que otros sistemas, durante la infancia se encuentra en pleno desarrollo, siendo muy importante para su salud presente y futura tenerlo siempre en su máximo potencial.
Estas son algunas de las funciones de nuestro sistema inmunitario:
- Es como un escudo protector contra los intrusos.
- Evita las infecciones provocadas por bacterias, virus y hongos.
- Permite que toleremos elementos externos como los alimentos que comemos y también microorganismos que hacen parte de la flora o microbiota intestinal.
- NO debe atacar a las células de nuestro propio organismo.
¿Qué ayuda a fortalecer el sistema inmune?
Es muy importante que desde pequeños fomentemos tener un sistema inmune sano para que los niños puedan desarrollarse al máximo.
Existen muchos factores que intervienen en el adecuado desarrollo del sistema inmunitario de los niños, por ejemplo: genéticos, ambientales, antecedentes de enfermedad, como fue el embarazo, el tipo de parto, lactancia materna, esquema de vacunación, etc.
Hay dos factores primordiales para tener un sistema inmunitario sano:
- Buena alimentación
- Actividad física
Son dos factores con los que podemos actuar, es decir, trabajar por mejorarlos cada día, definitivamente, repercuten en forma directa en la salud integral de nuestros niños.
Buena alimentación
Primero con la buena alimentación, los nutrientes que obtenemos de los alimentos cumplen un importante papel en el desarrollo y el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.
Aquí te compartimos algunas recomendaciones al respecto:
- Consumir alimentos ricos en Vitamina A como el huevo, el pescado, las vísceras, frutas como los mangos y el melón y betacarotenos como vegetales y frutas de color amarillo y naranja.
- Tener en nuestro plato a diario alimentos ricos en Vitamina C, muchas frutas y vegetales.
- Consumir frutos secos y otras semillas para obtener Zinc, indispensable para nuestro sistema inmunológico.
- Recibir luz del sol al menos 30 minutos cada día para la producción de Vitamina D.
- Consumir alimentos ricos en fibra y probióticos para mantener un microbiota saludable.
- Evitar el consumo de azúcares refinados, frituras, alimentos procesados, comida rápida y en los adultos alcohol.
- Podemos consumir complementos inteligentes y naturales potenciando nuestra salud.
Actividad física
Desde niños, el ejercicio físico moderado realizado de forma habitual reduce el riesgo de sufrir infecciones. Aquí cuatro puntos de la Organización Mundial de la Salud sobre cómo la actividad física apoya el sistema inmunológico:
- Puede ayudar a eliminar virus y bacterias de los pulmones y las vías respiratorias, así que se reduce la probabilidad de contraer resfriado, gripe u otra enfermedad respiratoria.
- El ejercicio provoca cambios en las células de nuestro sistema inmune, los leucocitos circulan más rápido, estos producen los anticuerpos que son los encargados de neutralizar a los agentes infecciosos. Cuando nos ejercitamos estos leucocitos pueden detectar y combatir enfermedades infecciosas más rápida y efectivamente.
- La elevación breve de la temperatura corporal durante e inmediatamente después del ejercicio puede impedir el crecimiento bacteriano.
- El ejercicio disminuye la secreción de las hormonas del estrés como el cortisol, el cual se asocia con aparición de enfermedades infecciosas. Disminuir las hormonas del estrés puede proteger contra enfermedades.
¿Cuanta actividad física deberían hacer mis hijos?
Además de alimentarnos en forma saludable, con comida real, promovamos la actividad física en casa, seamos ejemplo para los pequeños en casa de movernos activamente, ideal, a diario.
Tengamos siempre presente que los niños son movimiento, estimulemos actividades en que se muevan, deporte, juego, baile, caminatas. Los niños de 3 a 5 años deben estar activos durante un total de 3 horas al día entre acciones de intensidad leve, moderada o vigorosa. Los de 6 a 12 años, necesitan al menos 60 minutos de actividad física cada día, de intensidad moderada a vigorosa y se alterna 2 o 3 veces a la semana con actividades que refuercen músculos y huesos.
Sueño adecuado
Otros consejos para tener un sistema inmunológico funcionando al máximo son lavarse las manos de forma adecuada y frecuente, además de tener un sueño reparador, no solo en tiempo, es muy importante la calidad de éste. Les compartimos las horas de sueño recomendadas según la Mayo Clinic:
- Bebés de 4 a 12 meses: De 12 a 16 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- Niños de 1 a 2 años: De 11 a 14 horas, incluidas las siestas.
- Niños de 3 a 5 años: De 10 a 13 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- Niños de 6 a 12 años: De 9 a 12 horas por día.
- Adolescentes de 13 a 18 años: De 8 a 10 horas por cada 24 horas
- Adultos: 7 horas por noche o más.
Evitar la ansiedad en los niños
Que los niños tengan un día a día tranquilo, enseñarles desde pequeños a gestionar sus emociones de ansiedad, miedo, angustia, estrés. Estos definitivamente son factores que afectan la capacidad del sistema inmune. Evitar los lugares muy concurridos.
Realizar actividades que nos den felicidad a todos en casa, jugar con los niños, reír con ellos, hacer juntos actividades como leer, bailar, conectarse con la naturaleza, meditar, compartir con la familia y amigos.
La invitación es que instauremos hábitos saludables desde la infancia, esto repercutirá directamente en la salud y el desarrollo integral desde niño hasta la adultez.
Mi función como Health Coach es acompañar a las personas en los procesos de instaurar hábitos que mejoren el estilo de vida, la salud y el bienestar de todos. Para más información pueden llamar al 803-630-2639.