Paolo Bonavita, el niño italiano de 10 años que se acercó al Papa durante una audiencia y le quitó el "gorro", tuvo una mejoría significativa que su madre califica como un milagro.
Desde ese día que ocurrió el encuentro las buenas noticias respecto a la salud del menor comenzaron, narró Elsa Morra, su madre. Paolo sufría de epilepsia y autismo, condiciones que se agravaron a final del año pasado al punto que los médicos vigilaban un posible tumor cerebral o esclerosis múltiple.
Lejos de eso, tras su visita al Vaticano el 20 de octubre del 2021, los exámenes que viajó a hacerse mostraron los niveles más bajos en su historial, ante el asombro de todos sus médicos. Los resultados fueron verificados en estudios posteriores y permitieron descartar las hipótesis iniciales que incluían el cáncer.
"Es un milagro": Madre asegura que Dios obró a través del Papa
La mejoría es considerada como inexplicable: "Es un milagro. Es un milagro, para nosotros, para mi familia", dijo la madre. Relató que el niño usualmente necesita un apoyo para subir escaleras.
"Pero ese día pudo subir solo. Tropezó un poco, dos o tres veces, pero enseguida tuvo el instinto de volver a levantarse. El Señor estaba con él ese día, muy cerca, le había dado la mano, estoy convencida", aseguró Elsa Morra.
Luego de la osadía de Paolo para acercarse al Papa, él saludó a su madre y tomándola de la mano le dijo:
"¡Signora, forza! (¡Señora, fuerza!) Lo imposible no existe para ti. Estaré cerca de ti en la oración. Sigue adelante. Has hecho tanto por tu hijo. Eres una súper mamá".
Lo que el pequeño quería en ese momento era un "gorro" como el del Papa, conocido como "Solideo". Y aunque le dieron su propio "gorro blanco" parece que se llevó más que eso.
En una entrevista a CBS News Morra comentó que le diría al Papa: "Gracias por el milagro".