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La población latina crece abruptamente en Carolina del Norte, y a su vez, de manera proporcional aumenta la demanda de educadores bilingües.

Es por eso que el preescolar Charlotte Bilingual Preschool está abordando esta necesidad desde adentro. Para este ciclo escolar, la escuela capacitará a siete aprendices —en su mayoría padres de alumnos actuales o anteriores—  como educadores de la primera infancia.

De hecho, en esta escuela, algunos de los docentes comenzaron como apoderados y después aprovecharon de la oportunidad para continuar una carrera trabajando con niños. Una historia que se repite a través de la organización.

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Fue así como la asistente de programas Mari Carmen Corona se percató de las oportunidades profesionales que existían en la escuela. Le atrajo la idea de una educación bilingüe y multicultural para sus hijos.

Pero luego, comenzó a notar cómo otros padres también se beneficiaban de la comunidad escolar.

“Me di cuenta que había una gran oportunidad aquí de yo poder empezar de nuevo”, dijo Corona. “Creo que eso fue lo que más me llamó la atención de trabajar aquí y de buscar una oportunidad aquí, la gran ayuda que daban hacia las familias”.

Mari Carmen Corona habla de su experiencia con Charlotte Bilingual Preschool.

Transición para el aula

Este otoño, Corona hará la transición desde la oficina al aula como maestra gracias al programa de aprendizaje y capacitación profesional de la escuela, que recientemente recibió la acreditación de ApprenticeshipNC.

Para la Directora de Desarrollo de la Fuerza Laboral, Susana Jerez, la historia de Corona captura el camino recorrido por muchos otros padres que se han convertido en maestros.

“Mari es como un reflejo de nuestro programa, especialmente el programa de desarrollo de la fuerza laboral, porque primero fue madre y fue una madre activa dentro del programa familiar. Ella se ofreció como voluntaria”, dijo Jerez. “Entonces decidió tomar clases para el desarrollo profesional”.

Los niños vuelven esta semana a las aulas de Charlotte Bilingual Preschool. - Foto: Kayla Young

Escasez de maestros

Jerez dice que la necesidad de educadores de la primera infancia es grande. Antes de la pandemia, los investigadores del Council for a Strong America descubrieron que el 44 % de los habitantes de Carolina del Norte vivían en un "desierto" de cuidado infantil. Eso significa que por cada espacio para un estudiante en una guardería con licencia, había tres niños para llenar la vacante.

“Somos un desierto de guardería en Charlotte”, dijo Jerez. “Entonces, mientras más personas estén mejor calificadas, más posibilidades hay de que tengan guarderías en casa, por ejemplo, que estén calificadas con alguien que haya estudiado, que tenga la certificación para poder brindar los servicios”.

Para muchas de las madres latinas aquí, el preescolar bilingüe de Charlotte proporcionó la oportunidad que necesitaban para ingresar a la fuerza laboral de los Estados Unidos.

Jennifer Mahecha describe la experiencia de volver a trabajar en lo suyo.

Jennifer Mahecha, quien estudió psicología en Colombia, pudo regresar a su pasión por el desarrollo de la primera infancia. Comenzó como maestra sustituta y ahora dirigirá su propio salón de clases en un segundo preescolar que Charlotte Bilingual Preschool abre en el sur de Charlotte.

“Es algo que no tiene ni palabra ni descripción”, dijo Mahecha. “No dejas de soñar. El que se cumpla esa parte, pues es muy gratificante para uno como persona y como profesional, poder seguir escalando y saber que lo que uno trae de su país tiene una utilidad para este.”

Banu Valladares, izquierda, y Susana Jerez posan en el lobby de Charlotte Bilingual Preschool. - Foto: Kayla Young

Empoderar familias

Las oportunidades laborales también significan empoderamiento para las familias, explicó Banu Valladares, directora ejecutiva de la escuela.

“Lo que más me emociona es que crea movilidad económica para nuestras familias, para familias que hubieran pensado que no tenían un camino para trabajar en los Estados Unidos”, dijo Valladares. “De hecho, encontramos el camino y luego les damos las herramientas y les pagamos por un año completo para que puedan aprender a convertirse en educadores de la primera infancia en dos idiomas”.

El programa de aprendizaje se asocia con Central Piedmont Community College, UNC Charlotte y Charlotte Works para proporcionar los créditos educativos necesarios para la certificación.

Actualmente, el preescolar atiende a más de 130 en sus salas, además de más de 100 familias en programas basados ​​en el hogar.

Para 2030, el liderazgo del preescolar espera haber capacitado a suficientes educadores para atender a 1,500 niños en la comunidad de Charlotte.

Esta historia fue producida mediante una colaboración entre WFAE y La Noticia. Leerla en inglés aquí.

Kayla Young es periodista del programa Report for America. Cubre temas de inmigración y la comunidad latina para WFAE y La Noticia. Estudió periodismo en la Universidad de Texas en Austin.