Esta chica con Síndrome de Down decidió abrir su propia cafetería en plena pandemia de COVID-19. Se trata de Kristina Kinsey, una chica que perdió su empleo como voluntaria en una guardería, pero ahora tiene su propio negocio.
Los empleos son limitados para las personas con Síndrome de Down
Kristina se graduó de South View High School en 2019, y vive junto a su familia en Carolina del Norte. Pero ella nunca ha dejado que su discapacidad se interponga en sus sueños.
Al terminar la preparatoria, Kinsey inició un trabajo como voluntaria en una guardería de la ciudad. Desgraciadamente llegó la pandemia y las escuelas tuvieron que cerrar por tiempo indefinido y ella se quedó sin empleo.
Y dado a que los empleos para personas con discapacidades intelectuales o físicas son limitados, Kristina tuvo que tomar las riendas de su situación laboral.
Un día Kristina estaba sentada en el sillón junto a sus padres cuando les dijo que tenía la idea de abrir un negocio de café. Inmediatamente sus padres le ayudaron a hacer sus sueños realidad.
Ahora Kristina cuenta con su propia cafetería
Ahora la joven cuenta con su propio negocio: un carrito de café móvil llamado Kristina´s Grinds and Grace. La fecha de inauguración fue el 20 de agosto y tal parece que el negocio va viento en popa. Su meta es dar empleo a individuos con discapacidades mentales y físicas, como es su caso.
Ella atiende personalmente a sus clientes de lunes a viernes en un horario de 3 a 5 p.m y los sábados de 10 a.m. a 12 p.m. En las distintas imágenes que sube en su página de Facebook se puede observar como la joven ha aprendido a ser más sociable y ha hecho muchos amigos.
Además de vender café y pastelitos, la joven también ofrece una línea de termos, tazas y t-shirts.
El lema de Kristina es: “En donde sea que la vida te ponga, florece con gracia”. Tal parece que ella lo está logrando.