La Organización Panamericana de la Salud, OPS, comenzó un plan piloto dirigido a los países de Latinoamérica para utilizar un nuevo test rápido para detectar el COVID-19.
El piloto se inició en regiones remotas de Ecuador, El Salvador, México y Surinam. Asimismo, se evalúa con autoridades de Venezuela para llevar el nuevo test COVID-19 a zonas que no pueden acceder fácilmente a las pruebas de laboratorio. Estas pruebas son distribuidas sin costo mientras recolectan la información que ayudará a aprovechar al máximo las nuevas herramientas de diagnóstico.
“Me complace informar que ha llegado uno de estos avances que podría cambiar las reglas del juego en nuestra región. Ahora tenemos una prueba de diagnóstico asequible y confiable que se puede realizar en cualquier lugar”, expresó la directora de la OPS, Clarissa Etienne.
Etienne explicó que están ayudando a los países a implementar nuevos protocolos. De esa forma, pueden garantizar que los trabajadores sanitarios sepan cómo usar los nuevos test de diagnósticos e informar sus resultados.
Centrar este plan en América Latina se debe a que son los menos privilegiados en la pandemia. Más de 10 millones de casos de COVID-19 y más de 370,000 decesos se han sumado en la región, según la Universidad Johns Hopkins.
Las promesas del nuevo test COVID-19
A diferencia de las pruebas PCR, los nuevos test COVID-19 dan un diagnóstico en minutos, lo que permite aislar a los enfermos rápidamente y comenzar los tratamientos de inmediato, dijo Etienne.
Otra ventaja para los países de bajos recursos, es que estas pruebas tienen un costo ampliamente inferior a las de PCR. Al momento se ofrecen a través de programas pilotos y por medio de un fondo estratégico de la OPS.
Sin embargo, aunque la OPS instó a los Estados miembros a que se asocien con la OPS para masificar estas pruebas, destacó que no reemplazan a los test PCR, que son los más confiables hasta este momento.
Desarrollado por La Noticia con información de AP.