Luego de haber estado entre las finalistas para la segunda nominación de Donald J. Trump a la Corte Suprema de Estados Unidos, Amy Coney Barret, de 48 años, se ha convertido en la alternativa más cercana a sentarse en la vacante de la fenecida Ruth Bader Ginsburg.
Fox News reveló que el primer ejecutivo se reunió con la católica devota, una de las predilectas de los conservadores religiosos debido a que rechaza el aborto.
La jueza se encuentra en una lista en las que se encuentran cinco mujeres. El presidente solo nominará una al máximo cuerpo judicial.
Es la carta conservadora del presidente a la corte tras nominarla a la Corte de Apelaciones del 7mo Circuito Federal. Luego de nominarla la confirmaron en el Senado en octubre de 2017 con 55 votos a favor y 43 votos en contra, según Prensa Asociada.
El 7mo circuito abarca los estados de Illinois, Indiana y Wisconsin.
La jueza fungió como asistente legal del juez del Tribunal Supremo, Antonin Scalia. Igualmente, trabajó como abogada privada en el Distrito Federado de Colombia en Washington previo a ser profesora en la Facultad de Derecho de la Universidad de Notre Dame en 2002.
En 2017, durante su vista de confirmación, los demócratas la presionaron en torno a sus creencias religiosas. Le preguntaron si sus creencias la inclinaría a favor o en contra del aborto.
La nominación de la jueza al Tribunal Supremo potencialmente inclinaría la balanza judicial hacia el ala más conservadora.
En estos momentos, se disputa si en realidad se debería nombrar a una persona a ocupar la vacante de la fenecida magistrada. La postura de los demócratas es que se debería sostener la vacante hasta que se elija al próximo presidente.
La Noticia redactó esta nota con información tanto de Fox News y de Prensa Asociada.