Este artículo fue publicado originalmente en LatidoBeat.
Ivonne Lerner visitó Israel desde Argentina, por primera vez cuando tenía 11 años, para compartir con su familia. Nunca imaginó que tiempo después se convertiría en precursora de la enseñanza del español en un país donde apenas el 1.6 % de la población habla ese idioma.
En los últimos años, el interés por el español en Israel se ha visto impulsado por la introducción de telenovelas latinoamericanas y la ley de nacionalidad española para sefardíes, lo que ha llevado a un crecimiento en su estudio.
Lerner forma parte del grupo aproximado de 120,000 inmigrantes latinoamericanos que viven en Israel, según compartió León Amiras, quien preside la Organización Latinoamericana de Inmigrantes en el país.
Inmigrante argentina en Israel
Nacida y criada en Argentina, cuenta que siempre tuvo un especial amor por la lengua de Cervantes. Tiempo después se casó y la nueva pareja decidió migrar a Estados Unidos, donde enseñó inglés a latinos en búsqueda de nuevas oportunidades laborales. En la década de los años 80 se mudó a Israel.
“Era una época en la que casi no había materiales para enseñar español como lengua extranjera en el mundo y menos en Israel”, contó Lerner.
La actual jefa de estudios y formadora de profesores del Instituto Cervantes en Tel Aviv, fundado por el Gobierno de España para preservar la lengua, confesó que mudarse a Medio Oriente fue un regreso complejo y hasta difícil, ya que debía aprender un nuevo idioma, el hebreo.
A seis meses de su llegada al país, logró iniciar su maestría en el campo de literatura con una beca para inmigrantes, la cual pagó la totalidad de sus estudios.
“Adaptarme a lugares tan distintos en tan poco tiempo fue durísimo”, dijo Lerner. “Israel no es un país fácil. No sabía el idioma, era otro alfabeto y no tenía amigos”.
Lerner y el español en Israel
A medida que Lerner enfrentó sus retos como aprender un nuevo idioma y conocer el país, la argentina compartió que sus aspiraciones y oportunidades como inmigrante crecían con el tiempo a pesar de considerar “no [ser] la misma Ivonne que soy en español”.
“Es una sensación desagradable uno sentirse privado de su capacidad de expresarse como adulto”, comentó sobre lo frustrante que puede ser conocer un nuevo idioma y alfabeto.
Lerner demoró unos cinco meses preparar el primer curso de español para la Escuela de Idiomas de la Universidad Abierta a solicitud de un grupo de rabinos jóvenes que visitarían América Latina.
Los jóvenes que serían su primer grupo la sorprendieron, pues escogieron no participar en el primer curso.
“Pusieron el grito en el cielo, dijeron ‘de ninguna manera una mujer puede enseñar aquí’”, recordó. “La universidad se vio con profesora, con materia pero sin curso, sin alumnos”.
Estudio e impacto
Hoy, décadas después, Lerner comenta que no tan solo evolucionó como inmigrante, sino que aportó con la primera investigación que identifica el uso del español en Israel. Según la académica, en Israel se había investigado la erosión lingüística para los nativos del idioma francés, inglés, ruso, búlgaro y no español.
La erosión lingüística es la pérdida de la lengua materna o aprendida debido a la falta de uso o la influencia de otro idioma dominante.
Lerner descubrió que tanto los profesores de español como los no educadores hispanohablantes sufren de erosión lingüística.
“En 1980 comenzó a impartirse español en los colegios secundarios a adolescentes inmigrantes de países hispanohablantes, y dos años más tarde se extendió como segunda lengua extranjera electiva a alumnos israelíes. La cantidad de alumnos de español aumentó notablemente desde 2001, sobre todo en los años 2005-2006 y 2015-2016”, escribió Lerner en su investigación.

Hoy, el auge del estudio del español en Israel se debe principalmente a la llegada de inmigrantes sudamericanos, sobre todo de Argentina y Uruguay, y al enorme éxito de las telenovelas latinoamericanas emitidas en versión original con subtítulos.
Las telenovelas más populares parecen ser las argentinas y su público va más allá de amas de casa y adolescentes: incluso políticos como Limor Livnat o Sholomo Ben Amí se declararon “adictos”. La influencia fue tal que el hebreo adoptó el término “telenovela” y creó su plural local, “telenovelot”.
La investigadora señala que conforme el interés del idioma español en Israel se expande, la lengua está cambiando, se están adoptando nuevas palabras y expresiones.
“Uno tiene que querer mantener su lengua en buen estado”, contó. “Porque hay una cuestión de voluntad, sin esta voluntad uno no va a mantener su lengua”.
La académica ha publicado múltiples ensayos, investigaciones y libros. Este año se publicó la versión impresa del libro “Language attrition among immigrant teachers of Spanish”, el cual recibió el premio de la Asociación para la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera.
“Fue como el Óscar”, contó entusiasmada.
Lerner reflexiona que los idiomas son cuerpos vivos y que van creciendo con el tiempo.
“Uno en su doctorado confiesa algo”, contó Lerner. “Yo confieso que mi español está cambiando y me preocupa y hago todo lo posible por mantenerlo”.
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