La historia de la Virgen Desatanudos está vinculada a una pintura de la Virgen María que se encuentra en la capilla de San Pedro en Augsburgo, Alemania. En su inscripción se lee: "María, Desatanudos" ("Maria Knotenlöserin", en alemán) y representa a la Virgen María desatando nudos de un largo hilo.
Cuenta una leyenda que cuando el noble alemán Wolfgang Langenmantel tuvo problemas maritales, buscó la ayuda del sacerdote jesuita Jakob Rem para resolver sus dificultades. El padre Rem rezó por la intercesión de la Virgen María y le pidió que desatara los nudos de la vida de Langenmantel, simbolizando así los problemas y enredos que enfrentaba en su matrimonio.
Según la tradición, la Virgen María respondió a estas oraciones, lo que llevó a la reconciliación en el matrimonio y a una vida familiar más armoniosa. Como agradecimiento, Langenmantel encargó la pintura de la Virgen desatando nudos, que se convirtió en un símbolo de la intercesión y la ayuda de María en la resolución de problemas y dificultades.
Con el tiempo, la devoción a la Virgen Desatanudos se extendió más allá de Alemania y se hizo popular en diferentes partes del mundo, especialmente entre aquellos que buscan la intercesión de la madre de Jesús en situaciones difíciles y complicadas de la vida.
Oración de petición a la Virgen Desatanudos
Santa María, llena de la Presencia de Dios, durante los días
de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre,
el maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.
Ya, junto a tu Hijo, intercediste por nuestras dificultades y,
con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo
desenredar la madeja de nuestras vidas.
Y, al quedarte para siempre como Madre nuestra, pones en
orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, la que con
corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida,
te pedimos que recibas en tus manos
(pide aquí tu petición),
y que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga
el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal.
Señora nuestra, desata los nudos que nos impiden nos unamos a
Dios, para que, libres de toda confusión y error, lo hallemos en
todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y
podamos servirle siempre en nuestros hermanos.
Amén.
Oración de consagración a María Desatanudos
Señora y Madre mía, Virgen Santa María, la que desata los nudos;
a tus pies me encuentro para consagrarme a ti.
Con filial afecto te ofrezco en este día cuanto soy y cuanto tengo:
mis ojos, para mirarte;
mis oídos, para escucharte;
mi voz, para cantar tus alabanzas;
mi vida, para servirte; mi corazón, para amarte.
Acepta, Madre mía el ofrecimiento que te hago y colócame junto a tu corazón inmaculado. Ya que soy todo tuyo, Madre de misericordia, la que desata los nudos que aprisionan nuestro pobre corazón, guárdame y protégeme como posesión tuya. No permitas que me deje seducir por el maligno, ni que mi corazón quede enredado en sus engaños.
Enséñame a aceptar los limites de mi condición humana, sin olvidar que puedo superarme con la ayuda de la gracia y que agradezca siempre a Dios por mi existencia. Ilumíname para que no deseche al Creador por las criaturas, ni me aparte del camino que Él pensó para mí.
Amén.