Corría cuando María Auxiliadora Ramírez de Rivas sintió una bolita bajo el brazo. Gracias a sus años como intérprete médica, supo que tenía que ser revisada inmediatamente, ante el temor de tener cáncer tuvo la oportunidad de ser vista por un profesional de la salud, quien le realizó múltiples análisis.
Así pasaron varias semanas sumida en la incertidumbre. Finalmente le dieron un diagnóstico que cambiaría su vida: Tenía un cáncer de seno grado 4, con metástasis en la zona linfática y los pulmones.
Los médicos le explicaron que el cáncer que afectaba su cuerpo era de origen hormonal. María no quizo hacerse la quimioterapia sino que optó por un tratamiento experimental que incluía bloqueo de hormonas, en el Levine Cancer Institute de Atrium Health.
Me explicaron que con este tratamiento la probabilidad de supervivencia era entre el 5 y el 12. Les dije que yo sería una de las sobrevivientes
, aseguró María a La Noticia.
La vida de esta mujer ha estado llena de cambios, estudió leyes en su natal Venezuela, se mudó a Estados Unidos, fue intérprete legal y médica, trabajó en el sector financiero, y ahora enfrentaba una dura batalla.
comenzó con el tratamiento, renunció a su trabajo, y decidió estudiar todo lo que pudo sobre el cáncer.
"La vida te cambia cuando ocurren circunstancias buenas y no tan buenas, así que me di dos días para llorar y supe que o me victimizaba o reinventaba mi vida", menciona.
"Por su puesto que no fue fácil, con el diagnóstico tuvimos que enfrentar un huracán físico, emocional, y financiero, sin embargo me propuse echar pa’lante, dejar de preguntarme ¿por qué a mi? sino buscar un propósito", agrega.
El cáncer fue una oportunidad para reinventarse
Lejos de mostrarse aquejada, María Auxiliadora decidió darle al mal tiempo buena cara. Fortaleció su fe en Dios, estrechó los lazos con su esposo y su hijo de 21 años, aprendió sobre inversiones con criptomonedas, que es a lo que se dedica actualmente desde casa.
Participó en múltiples actividades con sobrevivientes del cáncer y tuvo la oportunidad de unirse a La Casa Rosada, el programa para latinas de la organización Carolinas Breast Friends
de Charlotte, que educa y apoya a pacientes con cáncer de seno.
Su estilo de vida también cambió, hoy se levanta todos los días a las 5:00 a.m. para hacer deporte, además mantiene una dieta saludable y frecuentemente está participando en cursos de tai chi, clases de arte, zumba, etc.
Hoy, años después de su diagnóstico, María se recupera satisfactoriamente, y motiva a otras mujeres que han sido diagnosticadas para que no queden sumidas en la depresión, asegura que su misión es ayudar a otras mujeres como ella.
Si estás deprimida el tratamiento no surtirá mucho efecto en tu cuerpo, pero si tienes una buena disposición, si eres optimista y tienes fe, tu cuerpo estará fortalecido y la medicina funcionará mejor
, menciona.
María sabe lo complejo y abrumador que puede ser un diagnóstico de cáncer, por ello recomienda a las latinas, que no se aíslen, pues hay muchas mujeres que han pasado por ese camino y les pueden guiar.
Hay varios recursos que pueden ser útiles. Mi consejo es que busquen ayuda. A tu casa no van a venir a tocar la puerta, tú debes salir de tu zona de confort, ser proactiva y buscar ayuda
, concluye.
¿Dónde encontrar ayuda?
La Casa Rosada
1607 E. Morehead St,
Charlotte, NC 28207
Teléfonos: 980-230-1863, 704-533-2682