El incendio forestal más grande que arde en el país se propaga hacia localidades turísticas de montaña en el norte de Nuevo México.
Para preservar la seguridad de las personas las autoridades emitieron otra ronda de avisos de evacuación.
Por su parte, un fuego declarado el miércoles por la tarde en la costa del Sur de California arrasó por fincas de mansiones multimillonarias. Al menos 20 viviendas se quemaron, según responsables de bomberos.
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Los responsables de bomberos en Nuevo México dijeron que el fuego que avanzaba más deprisa en el frente este de la cordillera Sangre de Cristo, al sur de las Rocosas. Se movía más al noroeste, alejándose del principal núcleo de población de la zona, Taos, un conocido destino turístico 64 kilómetros (40 millas) al sur de la frontera con Colorado.
"En este momento no hay problemas en la zona de Taos", indicó el jefe de operaciones de bomberos Todd Abel. "Parece que el incendio quiere moverse hacia el norte y un poco al este. Pero seguimos prestando mucha atención".
Algunas aeronaves pudieron sobrevolar la zona para arrojar retardante de incendios pese a que las ráfagas de viento superaron los 72 kilómetros (45 millas) por hora en algunas zonas.
Se esperaba que llegaran refuerzos para los más de 1,800 efectivos que combatían las llamas, y los meteorólogos indicaron que las condiciones serían más favorables durante el fin de semana si los bomberos lograban mantener la línea durante otro tramo difícil hasta el jueves por la noche.
Tras avanzar más de 130 kilómetros cuadrados (50 millas cuadradas) el día anterior, el fuego había calcinado más de 958 kilómetros cuadrados (370 millas cuadradas) para el miércoles por la mañana. Se ordenaron evacuaciones en poblados al sur de la población turística de Angel Fire y al este de Taos, donde también se advirtió a la gente que empacara y estuviera lista para marcharse.