Los hijos de los vendedores del Charlotte Open Air Market (“Pulga de la Central”) tuvieron un derecho de palabra el 28 de febrero en el Concejo Municipal de Charlotte donde pidieron apoyo de las autoridades para reubicar el mercado que fue cerrado el 11 de febrero.
Astrid Jiménez, hija de la vendedora Claudia Jiménez, pidió a la alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, y a los miembros del concejo que les ayuden a "encontrar un lugar seguro y familiar" para los casi 200 vendedores del mercado de pulgas.

Igualmente, detalló que no todos los vendedores sabían que se tenían que ir el día en el que funcionarios policiales los desalojaron en compañía de los representantes de la ciudad, Gregory Crawford y Anna Radcliff.
"El aviso de desalojo se entregó al arrendatario anterior, quien no notificó a los proveedores, dejando a muchos con mercancía que simplemente no se podía guardar para luego",
expresó Jiménez.

Familias
Augustin Cruz, hijo de un vendedor y también comerciante en el lugar, narró que trabaja desde niño en el mercado junto a su familia "para tener comida en la mesa, dinero para mi escuela y para la universidad en el futuro".
"La mayoría de los vendedores no tiene otros empleos. Este es el único empleo y oportunidad que tenemos (...). Atravesamos tiempos duros porque no tenemos un lugar donde trabajar",
expresó Cruz.

Asimismo, el joven Marcelino Rosario dijo que su familia y él son vendedores en el mercado de pulgas desde el año 2015.
"La gente en el mercado de pulgas usa este dinero para pagar la matrícula de sus hijos como lo hacen mis padres. (…). Queremos asociarnos con la ciudad de Charlotte para que sigamos vendiendo",
dijo Rosario.

"Por favor, pónganse en nuestros zapatos",
agregó el joven latino antes de bajar del podio.
Otros vendedores
En la sesión del Concejo de la ciudad de Charlotte también participaron vendedores como Jorge Castañeda, quien trabaja allí desde la fundación del mercado en 2015. Castañeda tenía un negocio de frutas exóticas en el lugar.

"Es mi única fuente de ingresos para mi familia, tengo dos hijos, de nueve y catorce años. Se inspiran en mi negocio. Soy el único que trae frutas exóticas a la ciudad de Charlotte. Mucha gente de otros estados vienen aquí a comprar mi mercancía",
agregó Castañeda.

Al cierre de los derechos de palabra, la alcaldesa no hizo mención sobre la intervención de los vendedores; sin embargo, dijo que iban a tener en cuenta los temas hablados durante la sesión.